Trabajar como médico o en cualquiera de las áreas de la salud es un honor que implica tener una vocación de servicio. Cuidar y atender pacientes es un noble acto y observar la recuperación de cada uno de ellos es la muestra más clara de que se realizan bien las cosas. Por lo mismo, es una de las profesiones más antiguas y que jamás va a desaparecer. Hasta el momento no se ha logrado diseñar un equipo que pueda igualar la empatía de un humano.
Por otra parte, también se deben de considerar todos los riesgos que implica ser un profesional de la salud. Algunos de los principales son las agotadoras jornadas de trabajo, el estrés constante y el salario injusto en algunos casos. Aunque también existe otro relacionado con la atención directa con los pacientes.
Ser demandado por los pacientes
Un riesgo al que están expuestos todos los médicos es a sufrir una demanda por negligencia. Se estima que más de la mitad van a experimentar esta amarga experiencia al menos una vez dentro de su carrera profesional.
Aunque no se puede justificar una mala praxis médica, también se debe considerar que su origen es muy variado. En ocasiones pueden ser ocasiones por fallas de los propios pacientes o de las instituciones sanitarias.
Ahora bien, vale la pena revisar las recientes estadísticas de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) con respecto a los principales motivos que originan las negligencias médicas en nuestro país.
- Administración de un medicamento que no correspondía.
- Atención del parto y puerperio.
- Estudios innecesarios y diferimiento.
- Deficiencias administrativas y/o institucionales.
- Diagnóstico erróneo.
- Relación médico paciente.
- Tratamiento médico inadecuado.
- Tratamiento quirúrgico.
En ese sentido, es indispensable que además del máximo cuidado en tus actividades dentro del consultorio, también sigas las siguientes acciones. A través de su aplicación se reducen las probabilidades de cometer errores que puedan derivar en negligencias médicas.
Recomendaciones generales
- Documentación Médica adecuada.
- Correcta relación médico-paciente-familia.
- Formación especializada en Derechos Humanos, Bioética y Derecho Médico.
Recomendaciones institucionales
- Control de ingreso y egreso de pacientes.
- Adecuado funcionamiento de estadística y archivo.
- Entrega de cadáveres.
- Asesoramiento médico-legal.
- Creación de comités éticos en los hospitales.
Recomendaciones en servicios médicos
- Capacitación profesional.
- Integración de departamentos diagnósticos y terapéuticos.
- Guías de atención médica.
Recomendaciones a los profesionales médicos
- Consentimiento Informado.
- Buenas condiciones laborales.
- Trato cordial y respetuoso hacia los pacientes y colegas.
- Trato cordial y buena comunicación con el equipo de salud.
Por lo anterior, recuerda siempre usar las guías clínicas y actuar conforme a los protocolos de atención médica para evitar sufrir de una demanda de este tipo. De igual forma, debes ser claro y directo con el paciente desde un principio. Le debes de transmitir toda la información con respecto al tratamiento y los riesgos que se puedan presentar para que esté enterado.
Y así como es importante la comunicación constante con tus pacientes, debe ocurrir lo mismo con tus colaboradores. Al seguir todas estas indicaciones se reducen las probabilidades de que cometas una falla y puedas ser demandado por negligencia médica.