Ha transcurrido medio año desde que se detectaron los primeros casos Covid-19 en Wuhan, China, aunque algunas investigaciones han mostrado que pudo estar presente desde antes. En concreto, u trabajo de la Universidad de Barcelona detectó la presencia del virus SARS-CoV-2 en muestras de aguas residuales recogidas en la ciudad catalana el 12 de marzo de 2019. Con esto, es el antecedente más antiguo comprobado que se tiene de la enfermedad.
La realidad es que mientras no se cuente con una vacuna toda la población mundial estará expuesta. Inclusive algunos países como Nueva Zelanda y Corea del Sur en los que ya no se habían presentado contagios y regresaron a sus actividades cotidianas, han detectado rebrotes. Pese a las medidas de seguridad implementadas se trata de un severo problema de salud que parece muy complicado de erradicar.
Por lo anterior, la máxima meta de la industria farmacéutica es desarrollar la primera vacuna contra la Covid-19. A la fecha se cuenta con poco más de 200 proyectos registrados que se mantienen en curso. De ellos existen 15 que ya han iniciado ensayos clínicos.
El proyecto más avanzado en el mundo
En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) expuso que existe un proyecto de vacuna que destaca del resto por ser el más avanzados. Se trata del que encabezan la farmacéutica Astrazeneca en colaboración con la Universidad de Oxford. Actualmente se cuenta con más de 10 mil voluntarios que trabajan de forma incesantes y los resultados obtenidos hasta el momento han sido esperanzadores.
Lo más novedoso del proyecto es la decisión de producir el fármaco en paralelo al desarrollo de los ensayos. Por lo mismo, los encargados del trabajo afirman que antes de que concluya el 2020 se contará con la vacuna lista y habrá hasta 400 millones de dosis disponibles para distribuir.
A su vez, la directora del equipo de científicos de la ONU, Soumya Swaminathan, recalcó que no se puede tener la total certeza de que la vacuna ofrezca buenos resultados. Añadió que hasta que no se superen todas las pruebas que marcan los protocolos y se asegure que no produce efectos adversos es que se podrá considerar como una inmunización exitosa.
De cualquier forma, se tiene la esperanza de que sin importar el tiempo, alguno de los proyectos que actualmente están en desarrollo ofrezca resultados satisfactorios.