El 26 de mayo de 2020 el presidente López Obrador anunció que iba a iniciar un programa de becas para que de 20 a 30 mil médicos estudien especialidades en el país o el extranjero. Esta política parecería buena si tomamos en cuenta que México es un país con una tasa de médicos especialistas de 119 por 100,000 habitantes, lo cual es menor a lo
recomendado por OMS. El problema comienza cuando nos preguntamos: ¿Qué les puede
ofrecer el Sistema de Salud a 30 mil especialistas más?
Las condiciones laborales de los médicos mexicanos se han deteriorado en los últimos años. Las contrataciones ilegales; sin las prestaciones mínimas de ley, con contratos temporales y en contra del principio constitucional de “a igual trabajo igual remuneración” son cotidianas en todas las instituciones de salud del país. En este sexenio se han iniciado políticas para “basificar” al personal de algunas instituciones, pero aún existen miles de médicos que están contratados al margen de la ley. Aparte de la contratación irregular debemos de reconocer que los médicos en México están muy mal pagados con relación a otros países y sus jornadas laborales son muy prolongadas. Por lo que el problema no es sólo “basificar”, sino aumentar los salarios y mejoras las prestaciones.
También, los médicos especialistas están mal distribuidos geográficamente debido a las
pésimas condiciones de seguridad, carencia de insumos y sueldos poco atractivos. Por lo
que no es solamente un problema de generar más médicos, también de crear las condiciones necesarias y los incentivos para mejorar la distribución.
Para explicar el problema que plantea la generación de 30 mil médicos especialistas
quiero utilizar la analogía de la cubeta con hoyos.
Entendamos el sistema de salud como una cubeta que para funcionar se tiene que llenar
con médicos en lugar de agua. Lo más fácil sería abrirle más a la llave. ¿Pero qué pasa cuando la cubeta tiene hoyos? Por más que aumentemos el flujo el agua se va a seguir
vaciando.
En México se forman muchos médicos. pero debido a los bajos sueldos, las
prácticas ilegales de contratación, la violencia en contra de ellos, las pocas plazas de
calidad y las malas prestaciones, gran número de médicos terminan dedicándose a otras
áreas económicas fuera de la medicina. En un estudio publicado en 2017 se menciona que
sólo el 37.4% de las especialistas mujeres se encuentran ejerciendo su especialidad y sólo
62.6% de los especialistas hombres. Esto quiere decir que para llenar la cubeta no sólo
necesitamos abrir la llave para que existan más especialistas, debemos primero tapar los
hoyos (contratación ilegal, bajos salarios, inseguridad, etc), si no lo hacemos los médicos
van a continuar fugándose de la medicina a otras áreas de la economía o simplemente van
a abandonar el país en busca de mejores oportunidades.
La política del gobierno actual de formar más especialistas es buena, pero no es el mejor
momento para aplicarla. Primero deben de mejorar las condiciones laborales de los
médicos, acabar con las contrataciones ilegales, disminuir la violencia y aumentar y
mejorar las plazas para especialistas en lugares remotos. Sólo después de eso se debe de
comenzar a preparar más especialistas. Es falso que los médicos sean “mercantilistas”
como nos han llamado recientemente. Lo cierto es que muchos médicos (generales y
especialistas) cada vez se encuentran más preocupados porque les es más difícil darles
una buena vida a sus familias y están buscando la forma de llegar a fin de mes. No es una
visión “mercantilista”, es una preocupación genuina en contra de la precarización del
trabajo médico.
Uno de los problemas que debe plantearse el gobierno en estos momentos no es como
generar más médicos especialistas, sino cómo hacer para que los médicos se sientan
satisfechos, seguros y valorados en su trabajo. Para aumentar el número de médicos
especialistas debemos de mejorar primero la situación laboral y disminuir la violencia que
sufren los médicos actualmente, ya después podemos pensar en generar más
especialistas.
Generar 30 mil especialistas más sin corregir los problemas ya mencionados va a contribuir a empeorar las condiciones de los médicos en todo el país. ¿Cómo va a suceder esto? Va a aumentar la oferta de médicos, lo que va a ocasionar que se saturen las plazas urbanas y a mayor número de médicos sin aumentar la demanda, van a disminuir las percepciones de los médicos.
Algunos se irán al extranjero, otros abandonarán la medicina y se dedicarán a otra cosa. Los menos afortunados tendrán que ir a lugares remotos con malos sueldos, pocas prestaciones, insumos insuficientes y mucha inseguridad.
Por último, me pregunto: ¿Estos 30 mil nuevos especialistas van a tener mejores
condiciones laborales que los actuales? Si la respuesta es que sus condiciones van a ser
superiores a las de los médicos de generaciones previas se va a generar una injusticia
terrible, porque entonces vamos a tener especialistas con buenas condiciones y otros que
van a permanecer al margen. Pero si la respuesta es que van a tener las mismas
condiciones que los actuales, creo que muchos de los nuevos van a terminar saliendo por
los hoyos de la cubeta.
La única respuesta prudente es no “abrirle la llave” a la generación de médicos especialistas hasta que no tapemos los hoyos en la cubeta. Si queremos generar 30 mil nuevos especialistas comencemos por tratar bien a los que ya tenemos.
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