A propósito de que hoy se conmemora el Día del Maestro, es momento de recordar los días que viviste dentro de la Facultad de Medicina. Es la etapa de la vida en la que se adquieren todos los aspectos básicos que después serán empleados en el campo laboral. Además también se forman amistades que pueden extenderse fuera de los salones de clase. Pero algo a lo que todos se enfrentan es a profesores que suelen encajar dentro de un estereotipo y los siguientes son los tipos de maestros más comunes que existen.
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— ISSSTE (@ISSSTE_mx) May 15, 2020
Sin importar la escuela de Medicina a la que hayas acudido o la generación a la que pertenezcas, es bastante probable que hayas tenido alguno de los siguientes tipos de profesores. En todos los casos existen beneficios y aspectos adversos, aunque es cuestión de cada estudiante aprovechar al máximo su estancia dentro de la universidad.
El sabelotodo
Es muy sencillo distinguirlo porque es el maestro erudito que domina su asignatura. Por lo regular suele tener una larga trayectoria profesional que lo respalda e inclusive puede ser un investigador. En todo momento demuestra que tiene un dominio de todos los temas y por lo tanto puede ser una buena opción para aprender. El inconveniente se presenta cuando cae en la arrogancia y no le presta atención a sus alumnos.
El estricto
Todos se han enfrentado a un profesor de Medicina que es demasiado estricto con sus alumnos. Siempre les deja tarea en exceso y revisa de manera minuciosa todos los trabajo. Considera que cualquier falla, aunque parezca mínima, es suficiente para invalidar un trabajo. Aprobar su materia es un verdadero reto que no todos consiguen. Además no tiene miedo en regañar a los estudiantes inclusive delante de toda la clase, lo que genera miedo en los demás.
El bonachón
Es el más simpático de los maestros porque tiende a tener una relación cordial con sus alumnos. No es exigente e inclusive es el que tiene el mayor promedio de estudiantes aprobados por curso. Muchas ocasiones los ayuda cuando lo considera necesario y por lo tanto es uno de los tipos más queridos. El aspecto adverso es que a pesar de que se apruebe la materia, en ocasiones no se aprende.
El antiguo
En cualquier generación de alumnos siempre existe un profesor que parece haberse quedado atrapado en el pasado. Es el más tradicional de todos y se niega a cualquier cambio. A pesar de que existen recursos tecnológicos que se pueden aplicar en la relación con sus estudiantes, prefiere no utilizarlos. Por lo mismo, jamás aceptaría clases en línea o recibir las tareas por correo electrónico.
El moderno
La contraparte al tipo de maestro anterior es el que sí está enterado de las nuevas herramientas tecnológicas y las aplica en su vida académica. Se suele apoyar de videos de Youtube para explicar sus clases e inclusive los más modernos ya han incorporado las videoconferencias para hacer más dinámico e estudio. Además está enterado de los más recientes avances dentro de la Medicina y los comparte con sus alumnos.
El apasionado
Es claro que al momento de ingresar a la Facultad de Medicina es porque tienes claro que se trata de la profesión a la que te quieres dedicar el resto de tu vida. Aunque lo cierto es que existen algunos alumnos que tal vez no están tan seguros. Por eso se agradece que existan maestros apasionados que logran transmitir su emoción a los alumnos. Sus clases son las más entretenidas porque hacen que aprender parezca algo sencillo. Al final, son los encargados de que realmente te enamores de esta noble profesión.