De acuerdo con el último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México existen 343 mil 700 médicos. Más allá de si la cifra es muy elevada o insuficiente, lo interesante es observar cómo los pacientes prefieren a uno sobre los demás. Existe una fuerte competencia dentro del área de la salud y todos cuentan con los conocimientos suficientes. Al final son otros los elementos los que marcan diferencia.
Los médicos se enfrentan a la carrera más extensa que existe. La parte formativa es larga porque son muchos los aspectos que se deben de estudiar para poder ejercer la profesión. Aunque también hay algunos rubros que muchas veces no se enseñan a pesar de lo importantes que son.
En ese sentido, la empatía es una capacidad que todos tienen pero sólo algunos logran desarrollar. Mientras que todos los médicos pueden tener los mismos conocimientos profesionales, es la manera de atender al paciente lo que marca diferencia. Por este tipo de diferencias es que las personas prefieren a un especialista sobre los demás.
¿Qué es la empatía médica?
Antes de continuar, lo más importante es lograr entender qué es la empatía médica. De manera simple, se puede describir como la capacidad de ponerse en la posición de los demás, quienes en este caso son los pacientes. Consiste en lograr identificarse con las personas que se encuentran alrededor y al mismo tiempo proyectar seguridad.
Ahora bien, la parte más importante es cómo se puede proyectar empatía médica durante las consultas. Aunque para algunas personas se les puede facilitar, para otras ocurre todo lo contrario. Pero lo cierto es que no se trata de una misión imposible.
¿Con la empatía médica se nace o se hace?
Algunos consideran que la empatía médica es un rasgo con el que se nace, mientras que otros opinan que se genera a lo largo de la vida. Sin importar si alguna de ambas opciones es real, lo que no está en discusión es que se puede desarrollar mediante la práctica. Además es un elemento que no sólo te será de utilidad con tus pacientes sino también para relacionarte con otros colegas o dentro de tu vida diaria.
Al respecto, algo que nunca debes de olvidar es que a pesar de que seas médico, en algún momento también te conviertes en paciente. Cuando tienes un problema de salud física o mental necesitas del apoyo de los demás. En ese instante es cuando necesitas más apoyo y paciencia. Precisamente lo que requieres en ese tipo de situaciones es lo que debes de ofrecer en tus consultas.
Atención humanitaria
Algo que debes de tomar en cuenta es que una de las principales quejas de los pacientes es que se sienten tratados como máquinas y no como personas. Muchos de ellos no sienten un trato humanitario dentro de los consultorios médicos.
Para lograr cambiar la situación descrita, inicia desde un saludo en el que muestres interés por el paciente y siempre debes de personalizarlo. Ofrece un “buen día” y añade el nombre o apellido de cada persona que acuda contigo. De igual forma, debes de establecer contacto visual para que sea el inicio de una relación próspera durante la consulta.
Otro punto importante es saber escuchar y nunca mostrar una actitud autoritaria. Para poder determinar el origen de la enfermedad es necesario dejar que el paciente se explaye lo suficiente. No lo interrumpas ni realices prejuicios porque eso puede entorpecer el resto de la consulta.
Además debes de tener claro que durante la consulta, lo más importante para ti debe de ser el paciente. Toda tu atención debe de estar centrada en él y en nadie más. No cometas el error de distraerte o revisar tu teléfono porque además de causar un problema de comunicación también es una falta de cortesía. Para mandar mensajes o realizar alguna llamada puedes aprovechar los tiempos muertos entre consultas.
Resolver todas las dudas dentro del consultorio
De igual forma, la empatía médica consiste en jamás permitir que el paciente salga del consultorio con dudas. A lo largo de la atención debes de preguntar al menos en un par de ocasiones si todo ha quedado claro. En caso de que se presenten inquietudes debes de responderlas al instante porque de lo contrario no habrá un entendimiento total.
En ese sentido, jamás critiques o juzgues las preguntas realizadas por los pacientes. Aunque pueden ser muy obvias, responde de manera serie y profesional. Una burla o señalamiento puede causar disgusto e incomodidad.
Por último, al finalizar una consulta siempre ofrece apoyo emocional a los pacientes y reitera que sigan las indicaciones del tratamiento. Además de ser aspectos indispensables para conseguir una recuperación óptima, también son elementos que generan seguridad.
No olvides que todos los detalles mencionados no sólo ayudan para desarrollar la empatía médica sino que además son claves para cumplir con las expectativas de los pacientes. Aunque muchos especialistas pueden curar una enfermedad, no todos ofrecen una atención humanitaria y personalizada.
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