El cáncer es una de las principales causas de muerte, tanto en México como a nivel mundial. Es un padecimiento complejo pues no se refiera a una sola enfermedad, sino a un conjunto de afecciones relacionadas con procesos de crecimiento y diseminación incontrolados de células, los cuales pueden darse en cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta 50% de los cánceres podrían evitarse con una vida saludable.
Aquí te presentamos cinco datos que todo el mundo debe de conocer sobre la enfermedad:
1. El cáncer no es sinónimo de muerte
Por el contrario, muchas veces puede prevenirse. Es tratable cuando es diagnosticado a tiempo. Por lo que, la mejor cura contra el cáncer es la detección temprana. Cada uno de los cánceres tiene diferentes matices y formas de comportarse. Pero en general, si revisamos los datos hacia atrás de diez, veinte o treinta años, se puede observar que la mortalidad por cáncer en estadios tempranos ha disminuido y la sobrevivencia ha aumentado. Un porcentaje importante de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia, quimioterapia y, actualmente, inmunoterapia.
2. El cáncer es una enfermedad multifactorial
Sólo entre 8 y 10% de los cánceres tienen un componente meramente genético. En su mayoría, las causas del cáncer son multifactoriales; es decir, influye un conjunto tanto de situaciones de salud del individuo como del ambiente en el que se desenvuelve para promover que una persona tenga alteraciones en su genética y eso conlleve el desarrollo de cáncer. De otra manera, el desarrollo del cáncer rara vez puede ser atribuido a una sola causa. Raramente hay factores muy ligados al cáncer. Por ejemplo, está el mito de que comer mucha carne provoca cáncer. Por otro otro lado, está el tabaquismo, que sabemos que sí está relacionado directamente con el cáncer, pero hay casos de personas que fuman toda la vida y no desarrollan cáncer. Así, vemos que es un tema del individuo y de los factores que lo acompañan.
3. El cáncer es prevenible
Es importante señalar que los esquemas de prevención del cáncer a lo largo del tiempo tienen un sustento en la experiencia médica. No son esquemas improvisados o que los médicos han inventado con base en cada paciente. Está probado que los esquemas de prevención y los estudios que se indican para la prevención salvan vidas. Estos estudios se tienen que realizar individualmente dependiendo de las características personales de los pacientes, como la edad o el género. También, sabemos que los hábitos de vida, el macro y micro ambiente del individuo pueden tener un factor protector o ser propulsores del cáncer.
4. Los médicos que deben de tratar el cáncer son los oncólogos, médicos especialistas en cáncer
Aunque hay muchos médicos que tienen la capacidad de reconocerlo, diagnosticarlo a tiempo o ayudar al paciente a orientarlo sobre las pruebas que debe hacerse, al final las personas capacitadas, responsables y con facultades legales para tratar el cáncer son los especialistas oncológicos, ya sean cirujanos, médicos, pediatras o ginecólogos oncólogos. Entre estos últimos cabe distinguir que —aunque los ginecólogos juegan una parte importante en la prevención y abordan aspectos del tratamiento del cáncer en las mujeres— no están capacitados ni legalmente facultados para tratar el cáncer en su totalidad. Esto sólo lo pueden hacer cuando los ginecólogos hacen una especialidad en oncología. Únicamente esa especialidad les permite acceder al tratamiento de los cánceres ginecológicos y de mama. Es importante enfatizarlo porque el tratamiento y la supervivencia del cáncer están íntimamente relacionados con el especialista que trata a los pacientes. Hay datos acerca de que la supervivencia de cáncer aumenta entre 10 y 15% cuando quienes tratan a los pacientes son especialistas en cáncer y no médicos sin esta especialidad.
5. El aspecto genético del cáncer tiene una relevancia actual como nunca antes
Tenemos la fortuna de vivir en una era donde se conoce la forma de investigar la genética del cáncer. La evaluación de los tumores de cánceres avanzados o de cánceres que tienen algún contexto familiar están cada vez más basados en tratamientos personalizados. Así, se investigan individualmente al paciente, desde su genoma humano, y al tumor, desde sus características genéticas y celulares. Muy probablemente el tratamiento futuro del cáncer esté basado en la inmunoterapia relacionada con expresión de genes —a partir de una ciencia muy importante llamada la epigenética— y en las intervenciones que el médico pueda hacer en el ambiente, los medicamentos, el estilo de vida del paciente y sus genes.
Para saber más, te invitamos a visitar la página de Vida Contra el Cáncer.
*Escrito por Dr. David Caba Molina, cirujano oncólogo, cirujano general y digestivo especializado en salud pública, nutrición clínica y prevención del cáncer.