En el marco del Día Mundial contra el Cáncer que se conmemora cada 4 de febrero por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y cuyo objetivo es avanzar en la prevención y control de esta enfermedad, especialistas destacan el rol que la cannabis y sus derivados juegan en la atención de esta enfermedad y sus efectos. Como respaldo mencionan el creciente número de investigaciones médicas alrededor del mundo.
Cada año se presentan 17 millones de nuevos casos de cáncer a nivel mundial, cifra que podría alcanzar los 27 millones anuales en el 2040. En América Latina, según la OMS, países como Brasil, Uruguay, Argentina y Chile están pasando por una transición epidemiológica.
En el caso de México, el cáncer es la tercera causa de muerte. Por esta enfermedad fallecen 14 de cada 100 mexicanos y la expectativa de vida de quienes la padecen es de alrededor de 63 años. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), los tumores malignos más frecuentes en nuestro país son: el cáncer de mama con 20 mil casos y próstata y cérvicouterino con 14 mil cada uno.
Disminuir molestias en pacientes
Para un problema de salud pública tan grande y que afecta a tantas personas y sus familias, cobra gran relevancia la exploración de todas las alternativas para abordar las necesidades de los pacientes. Por tal motivo científicos de todo el mundo analizan los posibles usos de los cannabinoides contra el cáncer.
De acuerdo con el Dr. Wellington Briques, Director Asociado de Global Medical Affairs en Spectrum Therapeutics, la división de medicina cannabinoide de Canopy Growth, los cuidados paliativos son el área que cuenta actualmente con más evidencias científicas.
Los productos a base de cannabinoides se han utilizado durante décadas para ayudar a reducir las náuseas y la pérdida de apetito causadas por la quimioterapia, o para cuidados paliativos, aliviando el dolor oncológico.
En el estudio científico “Los cannabinoides en el dolor por cáncer”, realizado con 177 pacientes en Europa, se observó una mejora significativa del dolor por cáncer que ya no respondía a otros tratamientos. En el Reino Unido se están llevando a cabo actualmente estudios clínicos a gran escala para verificar el uso de los ingredientes activos del cannabis, como el THC y el CDB, para ayudar a controlar el dolor oncológico grave.
Estos resultados son alentadores y animan a más y más investigadores a unirse a nuevas investigaciones médicas, lo que ya está ocurriendo en diferentes países del mundo. Para que esta nueva clase de medicamentos encuentre su camino en el arsenal terapéutico moderno se necesitará una revolución, es decir, la investigación tendrá que avanzar en todos los frentes que han sido perjudicados desde la prohibición del uso del cannabis en la década de 1930. Afortunadamente, cada vez más países han avanzado en el uso del cannabis medicinal y, poco a poco, han ido deshaciendo el estigma que lo acompañaba.