Ser un profesional de la salud requiere una gran dedicación por la complejidad de las actividades que se realizan a diario. El tener la vida de los pacientes en sus manos es una fuerte responsabilidad que no cualquier puede soportar. Aunque tampoco se puede olvidar que al final los médicos son como cualquier otra persona y necesitan tener una vida personal.
En ese sentido, el tener una pareja es importante porque le brinda un soporte a cualquier persona. Aunque la profesión a la que se dedique alguien puede no ser un aspecto relevante, en algunos casos es benéfico porque hace que ambas partes conozcan a detalle lo complicado del trabajo del otro.
Bajo número de matrimonios entre médicos
Al respecto, el portal Medscape realizó un estudio internacional en el que participaron más de 15 mil especialistas de distintos países. Dentro de las preguntas se les interrogó acerca de su vida personal. Uno de los puntos más interesantes es que el 18 por ciento declaró estar casado con un o una colega. La cifra parece baja y una de las causas podría ser lo absorbente de la profesión. Si ambos se dedican a lo mismo, el tiempo disponible para la relación es escaso.
Está claro que las personas que mejor comprenden lo complicado que es ser un profesional de la salud son quienes pertenecen a este sector. Todos los externos pueden tener una idea cercana pero jamás van a entender por completo esta agobiante profesión.
A su vez, el trabajo también mostró que del total de encuestados el 81 por ciento de los médicos viven casados. El resto permanecen solteros, divorciados o viven con su pareja pero sin un documento que avale la relación. Lo anterior también parece demostrar que cada vez menos personas creen en el matrimonio y prefieren la unión libre.
Y en tu caso personal, si ya estás casado, ¿tu pareja se dedica a lo mismo que tú?