A través de un procedimiento quirúrgico de vanguardia, como el drilling de ovario, especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) lograron que una paciente con Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) hiciera realidad su sueño de ser madre.
La cirugía se realiza por laparoscopía y consiste en hacer punciones en uno o ambos ovarios para estimular la ovulación espontánea y que la paciente se embarace, explicó la Dra. Carolina de Alba González, adscrita al Servicio Materno Fetal del Hospital de Ginecoobstetricia Número 3 del CMN La Raza.
El caso de la paciente Ana María era muy difícil. Ella buscó atención médica porque no podía engendrar, además de que presentaba acné, voz grave, aumento de vellosidad en la cara, línea media del cuerpo, abdomen y zona interna de los brazos o muslos y alopecia, entre otros síntomas.
Al estudiar sus datos clínicos se diagnosticó con SOP. El tratamiento multidisciplinario de Ana María transcurrió durante dos años en el Hospital de Ginecoobstetricia Número 3 de La Raza, debido al cuadro tan resistente de ovario poliquístico, con la participación de su médico familiar, trabajo social, expertos en nutrición y dietética, endocrinología, biología de la reproducción y ginecología.
El equipo encabezado por la Dra. de Alba brindó a la paciente diversas opciones y medicamentos para ovular, hasta llegar al drilling ovárico y con ello se logró el embarazo, que fue supervisado por los especialistas del Seguro Social, hasta el nacimiento de su pequeño Arturo, quien a poco más de un año de vida está saludable y se desarrolla normalmente.
La experta en gineco endocrinología del IMSS indicó que no hay una causa determinada para desarrollar quistes en los ovarios. También afirmó que en las mexicanas hay cierta predisposición genética, con prevalencia aproximada del 6 por ciento, de acuerdo con la Guía de Práctica Clínica.
La especialista en biología de la reproducción añadió que se han identificado genes en algunos cromosomas, que predisponen mayor secreción de la hormona luteinizante que se produce en la hipófisis, genera cambios en el ovario, incrementa el número de folículos y mayor producción de andrógenos.
Los retrasos menstruales por meses e incluso años, también se asocian con factores ambientales, como alta ingesta en carbohidratos y grasas; el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo, pueden coexistir para que se produzcan las características clínicas de la enfermedad.