Las historias de los médicos en México no siempre son de éxito. Es claro que se trata de una profesión bastante compleja y absorbente que tiene varios riesgos. No sólo está el peligro constante de sufrir agresiones sino que también se tiene que sacrificar la salud propia por resolver la de los pacientes.
Fue precisamente en el Estado de México donde se registró una agresión mortal contra un médico. Lo más lamentable es que a más de medio año de ocurrida, la acción permanece impune. Por tal motivo los familiares del galeno fallecido acudieron al hospital en el que laboraba para exigir justicia.
Historia de terror
En este caso, todo inicia cuando el joven médico Mario Velasco Moreno, de 27 años de edad, cumplía su residencia en el Hospital General “90 Camas” de Chimalhuacán, Estado de México. Todo cambió por completo el pasado 26 de enero cuando el galeno fue encontrado afuera del hospital con golpes y heridas en todo su cuerpo. De inmediato fue ingresado al área de urgencias del nosocomio, aunque por desgracia no se contaba con el equipo necesario para brindarle atención. Lo que se afirma es que tenía lesiones severas en la columna y contaba con los pulmones destruidos por la intensidad de los golpes recibidos.
Las inconsistencias continuaron porque tuvieron que transcurrir 19 horas para que las autoridades del nosocomio decidieran trasladar al médico golpeado al Hospital Magdalena de las Salinas. Por la demora en ofrecer una atención adecuada, el galeno falleció.
Pero la historia de terror no termina porque en el acta de defunción del joven se asentó que el caso fue un suicidio.
Por todas las inconsistencias surgidas fue que el padre del médico fallecido acudió al hospital ubicado en Chimalhuacán. A manera de protesta se encadenó a uno de los pilares para pedir justicia por lo ocurrido. Lo que exige es que se investigue a fondo lo ocurrido hasta dar con los verdaderos responsables. De igual forma, señala que se debe cambiar el motivo de la muerte de su hijo porque evidentemente no se trató de un suicidio.
La realidad es que se trata de una de las muchas historias que viven los médicos a diario. No sólo son las constantes agresiones contra los profesionales de la salud sino las carencias que presentan los hospitales.