Cuando se decide ejercer la Medicina de forma profesional, existen dos rubros principales en los que se puede hacer. Por una parte está el sector privado y también se puede en el público. En ambos casos existen tanto aspectos positivos como negativos e inclusive está la opción de laborar en ambos para obtener mayores ingresos.
En el caso de la salud pública, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) ofrecen atención a la mayoría de la población. A su vez, concentran a la mayoría de médicos, enfermeras y personas sanitario del país.
Si bien, trabajar en cualquiera de las dos instituciones mencionadas es motivo de orgullo, también se deben considerar algunas adversidades a las que se enfrentan los profesionales de la salud.
Si tú laboras en el IMSS o ISSSTE seguramente reconocerás cualquiera de las siguientes situaciones en tu día a día.
- Salas de espera abarrotadas
Trabajar en el sector público implica atender a una numerosa cantidad de pacientes a diario. Tan sólo se debe observar las abarrotadas salas de espera, lo que significa que no hay tiempo para descansar. A raíz de lo anterior, las probabilidades de que los médicos desarrollen estrés laboral son muy altas. - Pacientes enojados
Nunca se debe generalizar y así como no todos los médicos son iguales, en el caso de los pacientes ocurre lo mismo. Pero como consecuencia de las salas de espera abarrotadas, los pacientes suelen pensar que los médicos son los responsables. Esto ocasiona que se quejen de los tiempos con los galenos, cuando ellos son los menos responsables. - Falta de medicamentos
Si bien, las autoridades afirman que es un problema que ha disminuido, la realidad es que todavía está presente. En especial ocurre en las unidades de zonas rurales. Ante este panorama, el médico también sale afectado porque en ocasiones debe adecuarse a los medicamentos disponibles en las bodegas para recetarlos a sus pacientes. - Equipo viejo y arcaico
Aunque la tecnología dentro del campo médico avanza a pasos agigantados, en el IMSS e ISSSTE no necesariamente es así. La gran queja del personal de muchas unidades es el equipo obsoleto con el que deben atender a los pacientes. La falta de inversión es la responsable de que los médicos trabajen con máquinas fabricadas hace décadas.