Dentro de la profesión del médico existen muchos riesgos. No simplemente se trata de la exposición a virus y bacterias dentro de los hospitales sino a casos que pueden tener consecuencias legales. Como cualquier humano, estás expuesto a cometer algún error y eso puede propiciar que los pacientes te demanden por negligencia.
Si bien, en ocasiones las demandas son injustas porque no se considera el ritmo de trabajo del médico ni las condiciones de los hospitales, siempre debes de estar preparado. Es por eso que a continuación te ofrecemos unos consejos generales que te serán de ayuda para este tipo de situaciones.
- Controla tu estado de ánimo; evita el coraje. Recuerda que el ambiente jurídico tal vez te sea desconocido, por lo que debes actuar con prudencia.
- Estudia el caso clínico que fue motivo de la demanda. Prepárate investigando literatura médica y pide la opinión de otros colegas con más experiencia acerca de temas jurídicos.
- No trates de persuadir al abogado demandante o a la persona que te demandó.
- Cuando te encuentres en el proceso de litigio, da respuestas cortas y concisas. Usa un vocabulario simple para que todos puedan entenderte y no se preste a malinterpretaciones.
- No inventes los hechos. Si tienes dudas ante o las preguntas, sólo responde que no te acuerdas. También es importante que narres y ligues los hechos de manera consistente; nunca interpretes los hechos.
- Toma en cuenta que el juez puede conocer los hechos médicos y conocer el expediente, así que evita decir probabilidades; en pocas palabras, no opines.
- Considera que los abogados demandantes tiene como objetivo hacer sentir mal al médico y provocar su enojo. Mantén la calma.
- Comprueba que cumpliste con la normatividad exigible, es decir, con la relación médico-paciente, consentimiento informado, expediente clínico, etc.
- Pide ayuda de abogados con experiencia en derecho sanitario.
- Siempre es bueno que estés respaldado con un seguro de responsabilidad profesional.