Los científicos de Chan Zuckerberg (CZ) Biohub, Mayo Clinic y la Universidad de California en San Francisco (UCSF), descubrieron mediante tecnología avanzada una enfermedad autoinmune que parece afectar a los hombres con cáncer de testículo.
Con el nombre de “encefalitis paraneoplásica vinculada a cáncer de testículo”, la enfermedad provoca graves síntomas neurológicos en los hombres y los hace perder progresivamente el control de las extremidades, los movimientos oculares y, en algunos, casos el habla. El malestar empieza con un tumor en el testículo, que parece provocar el ataque del sistema inmunitario al cerebro. Los pacientes afectados, generalmente, están mal diagnosticados o no lo tienen, motivo por el cual se retrasa la administración del tratamiento adecuado.
En un estudio publicado en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra, los científicos identificaron, mediante una variación de la “tecnología programable para exposición de fagos”, un biomarcador único y sumamente específico para la enfermedad. Su versión refinada de esta tecnología permite hacer una detección simultánea de más de 700 mil dianas para autoanticuerpos en todas las proteínas humanas.
Con este poderoso medio, los investigadores de la UCSF evaluaron el líquido cefalorraquídeo de un hombre de 37 años con antecedentes de cáncer de testículo y síntomas neurológicos debilitantes, como vértigo, desequilibrio y habla arrastrada.
Del cuarto oscuro al descubrimiento
El Laboratorio de Neuroinmunología de Mayo Clinic anualmente realiza exploraciones para enfermedades neurológicas autoinmunes en alrededor de 150 mil pacientes y lo hace mediante la aplicación de especímenes biológicos de pacientes a cortes finos de tejido cerebral de ratones. Algunos pacientes con enfermedades neurológicas autoinmunes albergan anticuerpos que se adhieren a los tejidos con un patrón de tinción específico.
Hace aproximadamente 20 años, los científicos de Mayo identificaron por primera vez un patrón de tinción que recibió el apodo de “resplandores”, porque dentro de un cuarto oscuro y bajo el microscopio, las muestras del paciente parecían estrellas que brillaban tenuemente en el cielo nocturno. El paciente masculino sufría de ataxia, compuesta por mala coordinación, movimientos oculares involuntarios y cambios en el habla; luego, se descubrió que tenía cáncer de testículo.
Gracias a esta firma del biomarcador, ahora se ha diagnosticado enfermedad paraneoplásica en 37 pacientes y los científicos creen que se la diagnosticará en muchos más.