Desde antes de convertirse en presidente de México, Andrés Manuel López Obrador afirmó que la salud era una de sus prioridades. Desde entonces, una de sus frases más repetidas es que transformará el sistema sanitario. Tampoco se puede olvidar su controvertido compromiso de ofrecer atención y medicamentos gratuitos a todos los mexicanos sin excepción. Aunque la realidad parece ser completamente diferente y eso se puede apreciar en los hechos.
Como base se puede tomar el reporte presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) acerca de la entrega de recursos durante los primeros cinco meses del presente año. El documento muestra que mientras otros rubros han recibido su presupuesto asignado de forma íntegra y puntual, con la salud no ha sido así.
El trabajo muestra que la Secretaría de Salud (SSa) apenas recibió 142.1 millones de pesos de los 370.5 que le fueron asignados para los meses analizados. Se trata de menos de la mitad y, en parte, fue uno de los motivos que propiciaron la renuncia de Germán Martínez a la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
A su vez, para el programa de vigilancia epidemiológica del sector salud se han depositado 174.8 millones de pesos de los 408.7 millones autorizados para el período señalado. La cifra apenas equivale al 42 por ciento.
Los “favoritos” del gobierno
Y exactamente en una situación opuesta se puede mencionar el programa Jóvenes Construyendo el Futuro. A través de la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha recibido los mil 945.5 millones de pesos que le fueron aprobados para los primeros cinco meses del año. Y además también se le han otorgado 2 mil 557 millones de pesos de parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Otro programa al que no le han faltado recursos ni ha sufrido atrasos es el de la Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior “Benito Juárez”. Hasta el momento se le han otorgado 9 mil 227 millones de pesos, es decir, el dinero no ha sufrido disminuciones y siempre se deposita de forma puntual.
En conclusión, parece que en el actual gobierno existen prioridades pero la salud no es una de ellas. A pesar de las promesas de transformar al sistema sanitario, los hechos no son congruentes. No sólo se trata de un sector que ha sufrido de recortes sino que también presenta severos atrasos en el depósito de sus pagos.