El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común y además causa la muerte de más mujeres que cualquier otro tumor dentro de América Latina. Tan sólo durante 2018 se registró un aumento del 31.4 por ciento en los casos diagnosticados en la región en comparación con 2012. La enfermedad se ha convertido en uno de los mayores problemas de salud pública dado el crecimiento desproporcionado de sus tasas de incidencia y mortalidad en países de ingresos bajos y medios como los de la zona.
La Dra. Maira Caleffi, médica mastóloga y presidenta voluntaria de la Federación Brasileña de Instituciones Filantrópicas de Cáncer de Mama (FEMAMA), habló sobre este preocupante tema que cada vez es más alarmante. En la actualidad provoca 140 muertes cada día en la región y se estima que la tendencia se mantenga a la alza.
Estas estadísticas son preocupantes y resaltan la necesidad de impulsar esfuerzos adicionales para mejorar la forma en la que abordamos el cáncer de mama en la región. Para realmente lograr un cambio primero necesitamos entender las necesidades particulares de cada paciente e involucrarlos en cada paso del proceso de toma de decisiones de salud.
El rápido envejecimiento de la población mundial y la creciente incidencia de enfermedades no transmisibles ejercen presión en los ya abrumados sistemas de salud, que se enfocan en enfrentar la carga de numerosas enfermedades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) resalta la necesidad de brindar servicios sanitarios centrados en las personas, que se enfoquen no sólo en las enfermedades sino en las necesidades integrales de los pacientes y las comunidades.
Empoderar a los pacientes
Lo anterior incluye la participación de los pacientes en las investigaciones, como propone la Alianza Internacional de Organizaciones de Pacientes (IAPO). Involucrar a los pacientes en las investigaciones los empodera, ya que les permite tomar el control de las decisiones relacionadas a su salud.
Brindar una respuesta efectiva al cáncer de mama requiere el respaldo de diversas partes interesadas para poner en práctica planes de base poblacional, aportar valor a todos los actores involucrados, usar los recursos actuales con eficacia y crear instrumentos de financiación innovadores.