En varias ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador ha externado que la salud es una de sus prioridades. Inclusive prometió que en tres años México contará con un sistema sanitario al estilo nórdico. Con esto, existirá atención y medicamentos gratuitos para todos los mexicanos sin excepción. Pero la realidad es que existen ciertas barreras por superar para cumplir con esa aspiración.
Al respecto, uno de los mayores inconvenientes es el déficit de profesionales de la salud en nuestro país. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) son la base de la salud pública. Pero en ambos casos presentan panoramas bastante similares. En los dos hacen falta médicos, lo que se traduce en una atención deficiente al derechohabiente y jornadas extremas para los galenos.
Hospitales con pocos médicos
Tan sólo se debe de tomar en cuenta lo recién dado a conocer por el IMSS. Actualmente sufre de un déficit de 94 mil 516 médicos para alcanzar la cifra promedio recomendada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En parte, se trata de uno de los factores que propicia las largas filas de espera en sus unidades.
A su vez, en ISSSTE sólo cuenta con 17 mil médicos para atender a 13.2 millones de derechohabientes. Esto representa un déficit de 40 mil médicos. Y en el caso del personal de enfermería, se requieren a 95 mil más.
Como se puede apreciar, las dos principales instituciones de salud pública enfrentan severas crisis por la falta de personal. En números claros, se requieren de más de 130 mil médicos para que ambas cuenten con el personal mínimo recomendado. Si se considera que se pretende ofrecer atención a toda la población, el aumento en la carga de trabajo colapsaría a todo el sistema.
Por otra parte, resulta lógico y necesario contratar a más personal. Aunque durante los últimos meses se ha observado exactamente lo contrario. Debido a las nuevas políticas de austeridad ha existido un recorte de médicos en todo el país. Ahora existen muchos galenos que han perdido su trabajo, a pesar de que se promete un mejor sistema de salud.