La infraestructura médica es muy importante en nuestro país. Resulta evidente que no se cuenta con el número suficiente de centros de salud en México. De igual forma, existen muchos hospitales y clínicas que tienen instalaciones añejas y equipo obsoleto. A lo anterior se suma la falta de continuidad en los proyectos del gobierno.
El ejemplo más claro se puede apreciar con el Hospital General de Piedras Negras, Coahuila. En 2013 iniciaron las obras de remodelación por parte del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Lo que se afirmó en su momento es que ese mismo año quedarían terminadas. La realidad ha sido muy distinta y la administración anterior jamás mostró interés en el nosocomio.
Promesas inconclusas del pasado
Ahora, Luis Antonio Ramírez, actual director del ISSSTE, lamentó la situación y afirmó que es una muestra de la herencia de obras inconclusas que recibió. Expuso que se trata de un proyecto al que nunca se le dio la importancia que se merecía. Al final los afectados han sido todos, desde los pacientes, vecinos de la zona y los profesionales de la salud.
Mi compromiso es que antes de que concluya este 2019 se terminen las obras de ampliación y remodelación del hospital. Se van a detectar las insuficiencias y proveer el auxilio que sea necesario para que se concluya esta obra. Estamos empezando con esta iniciativa y se trabajará a fondo, no permaneceremos ajenos a esta situación.
Cuando concluya la remodelación, la Clínica Hospital de Piedras Negras contará con 20 camas, una Unidad de Enfermería, un Quirófano, una Sala Expulsión, otra más de Labor con tres camas, Área de Urgencias con tres camas y tres consultorios de Pediatría y Ginecología, así como un Laboratorio de Rayos X y Ultrasonido.