De acuerdo con la Secretaría de Salud (SSa), existen 90 mil mexicanos que sufren de dolores causados por enfermedades terminales. De ellos, el 90 por ciento no cuentan con acceso a medicamentos o cuidados paliativos. Se trata de una elevada cifra que muestra lo atrasado que se encuentra nuestro país en el tema.
En ese sentido, el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) fue uno de los primeros en ofrecer el servicio en México. Aunque los primeros esfuerzos se remontan a 1989, en realidad fue hasta el 2011 que se inauguró el área de cuidados paliativos.
México está “en pañales” en cuidados paliativos
La persona que más ha impulsado este proyecto a lo largo de los años es la Dra. Silvia Allende Pérez. Actualmente se desempeña como Jefa del Servicio de Cuidados Paliativos en el INCan.
Desde 1991, la Organización Mundial de la Salud (OMS) marca los cuidados paliativos como una parte importante en el tratamiento del cáncer. Además nuestro trabajo también se ha extendido en la investigación y la publicación de guías, lineamientos y normas.
A su vez, el trabajo de la especialista derivó en la creación de la Ley Federal de Cuidados Paliativos, que se creó en 2009. De igual manera, colaboró junto al Early Institute para la elaboración de la Guía Nacional del Manejo Integral de Cuidados Paliativos, publicada el año pasado.
Ofrecer una muerte digna
Por su parte, la Dra. Allende Pérez señala que los cuidados paliativos surgieron en el mundo desde la década de los sesenta. El motivo fue ofrecerle una muerte digna a las personas que sufren de enfermedades terminales.
Otro aspecto que señala la Dra. Silvia es el desfase que existe con respecto a los cuidados paliativos en México. A lo largo de los últimos años algunas instituciones han incorporado el servicio, pero por lo regular son hospitales de tercer nivel.
El gran problema en nuestro país es la disparidad existente en todo el territorio. Realmente no existen áreas de cuidados paliativos en hospitales generales o en centros rurales. Lo que se debe hacer es acercar el servicio lo más posible a los pacientes y no sólo limitarlo a los centros especializados.
Finalmente, la especialista afirmó la necesidad de ofrecer un reforzamiento en los conocimientos de todos los médicos del país. En específico en el cuidado de los pacientes en todas las etapas de la enfermedad. Más allá de los medicamentos y tratamientos, se debe ofrecer una atención humanitaria, en especial cuando se trata de enfermedades terminales.