Dentro del ejercicio de la práctica médica existen muchos riesgos a los que te encuentras expuesto. Cualquier descuido puede provocar fallas de todo tipo, por eso es conveniente siempre estar concentrado.
El sufrir de preocupación constante ante el riesgo de que el paciente presente una denuncia por negligencia médica se conoce como síndrome de estrés por mala praxis. Se trata de una conducta que está presente en la mayoría de los profesionales de la salud en ciertos momentos de sus vidas. Pero al igual que ocurre con otros aspectos, si tomas las medidas preventivas puedes evitar padecerla.
Al final, el mayor beneficiado eres tú porque tendrás un mayor desempeño. A su vez, tu calidad de vida se mejorará porque no te presionarás a ti mismo. Para evitar sufrir del síndrome mencionado, procura seguir las siguientes recomendaciones dentro de tu vida profesional.
Nunca te canses de informar al paciente
Aunque puedas sonar reiterativo, debes de preguntarle varias veces a tu paciente si tiene alguna duda. Cualquier parte que no entienda del todo se la debes de explicar para evitar malentendidos.
Sigue de forma correcta las guías clínicas
Toma como base las guías clínicas para saber cómo actuar ante cada caso. Esto reducirá el riesgo de cometer errores porque para eso están pensadas.
Anota toda información relacionada con el paciente en su historial clínico
No sólo se trata de una recomendación sino de una obligación que tienes. Está asentada en la Ley General de Salud dentro a través de la NOM-004-SSA3-2012. Además, este documentado médico sirve como respaldo en caso de acusación por mala praxis.
Ofrece prioridad a los tratamientos con menor riesgo
Cuando existen varias alternativas para un paciente, lo mejor es siempre optar por la exploración, intervención o tratamiento con el menor riesgo posible.