Dentro de un cualquier hospital lo principal es brindar atención a los pacientes. Se trata del objetivo central de todos los profesionales de la salud, aunque no es el único. Otro aspecto que no se puede olvidar es la confidencialidad de las personas que acuden en búsqueda de atención. El no tener los cuidados suficientes puede poner en riesgo la integridad de los pacientes.
Lo anterior es debido a un mal accionar del Hospital Sharp Grossmont, ubicado en San Diego. Mientras que es necesario contar con cámaras de vigilancia en la entrada y pasillos, no se requieren en todas las salas. En específico, en la zona de quirófano y partos no es recomendable que se realicen grabación por la vulnerabilidad de los pacientes.
Pese a este tipo de indicaciones, el nosocomio incumplió en sus normas de seguridad interna. Esto provocó que hasta el momento se contabilicen 81 mujeres que han demandado al hospital. Su argumento es que fueron grabadas por cámaras de vigilancia mientras estaban en el proceso de parto. Aunque de acuerdo con los cálculos, la cantidad de mujeres grabadas podría llegar a mil 800.
A decir de las mujeres afectadas, fueron captadas mientras se les hacían partos por cesárea, histerectomías y procedimientos de esterilización. Ahora lo que alegan es que los videos muestran a las mujeres mientras estaban inconscientes y desnudas en las mesas de los quirófanos.
Por su parte, las autoridades del hospital reconocieron que colocaron cámaras de vigilancia en la zona de quirófanos pero fue por otro motivo. Argumentan que fue para identificar la desaparición de un potente anestésico que fue robado del centro de salud.
Por lo pronto, la nueva demanda ya fue presentada ante el Tribunal Superior del Condado de San Diego. En ella se busca el pago por daños de invasión a la privacidad, registro ilegal de información confidencial e infligir negligencia emocional.