Si eres un especialista médico, sabes que el mantenerte actualizado es una de tus obligaciones. De forma periódica debes de certificarte para demostrar que cuentas con los conocimientos necesarios. Es claro que se trata de un proceso necesario que beneficia a todas las partes, aunque el problema es que existen algunas irregularidades. Los elevados costos y la falta de transparencia han provocado el enojo de los especialistas médicos.
Lo que denuncian algunos es que durante el sexenio de Felipe Calderón cambió la autoridad de certificación. Se creó el Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas (Conacem), aunque su trabajo es dudoso. La inconformidad es que nunca se ha explicado qué se hace con todo el dinero recibido de las certificaciones médicas. A decir de algunos, se trata de un negocio millonario porque cada profesional debe pagar 30 mil pesos por cada examen de certificación.
Otra de las quejas es directamente contra el Dr. Onofre Muñoz Hernández, presidente del Conacem. Lo que se acusa es que además también preside la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed). El doble cargo implica que sea juez y parte en este tipo de decisiones.
¿Certificaciones médicas públicas o privadas?
Ante esta situación, el Senado de la República ha buscado encontrar una solución. La medida contempla modificar la Ley General de Salud. En específico, se plantea que ahora las certificaciones de especialidades médicas sean reguladas por la Secretaría de Educación Pública (SEP). Sería a través de la Dirección General de Profesiones como se vigilaría este proceso.
De acuerdo con lo explicado por las autoridades, el Estado necesita tener el control para evitar prácticas de corrupción. Otro punto que señalan es que al desprivatizar existiría una disminución en el costo que cada médico debe pagar por su certificación.
¿Y tú quién consideras que debería regular las certificaciones médicas?