Desde su descubrimiento en el siglo XX, el panorama del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) ha cambiado radicalmente. Pasó de ser una infección que provocó pánico internacional a tener (casi) una cura funcional. Gran parte de esta transformación se debe a los avances farmacéuticos. Nuevas sustancias permiten a los pacientes llevar una vida relativamente normal.
Una nueva innovación en el panorama del VIH fue revelada recientemente en España. Se trata de una inyección intramuscular mensual que busca reemplazar los antirretrovirales orales actuales. El fármaco, presentado en SI INDIVIHDUALITY, podría estar listo en un año y medio en Europa. Es entonces cuando se podría tener la aprobación de la autoridad sanitaria regional (EMA).
Nueva terapia para el tratamiento del VIH
José Ramón Arribas, del Hospital Universitario La Paz en Madrid, apuntó que la efectividad del fármaco se comprueba en 2 ensayos clínicos. En los estudios, se expone que la inyección es tan útil como los tratamientos antirretrovirales orales diarios más modernos. Dichas investigaciones están bajo revisión de la EMA y de la Agencia de Alimentos y Drogas estadounidense (FDA).
Estos fármacos de revisión retardada suponen un nuevo enfoque dentro de la nueva generación de antirretrovirales. Tienen menor toxicidad. En el futuro es posible que veamos inyecciones que puedan usarse cada 2, 4, 6 meses. Pero lo que vemos a la vuelta de la esquina es ésta opción, que controla el VIH con una dosis mensual. Para muchos pacientes, será una mejora.
Arribas destacó que los antirretrovirales actuales son tan efectivos que producen cargas virales indetectables. Apuntó que este es un gran logro para todo el sector. Sin embargo, lamentó que las cifras de nuevas infecciones no se hayan reducido en España por más de 10 años. Señala que, para un verdadero control del VIH a escala internacional, se requiere de una vacuna.
Comentó que este objetivo, junto a la curación del VIH, sigue siendo el gran reto científico en el panorama. Apuntó que se necesitan nuevas dianas terapéuticas para reducir al máximo los “escondites” del virus. Señaló que es fundamental también ser cautos con los resultados y encontrar moléculas que despierten al patógeno para que pueda ser destruido por el sistema inmune.