La enfermedad renal en nuestro país es la quinta causa de muerte. Existen aproximadamente 120 mil personas con este padecimiento. A su vez, en caso de no atenderse conduce en sus etapas avanzadas a otros problemas mortales. A pesar de los esfuerzos que se realizan, no se ha logrado al menos controlarla.
Lo más preocupante es que el problema parece no tener una solución a mediano plazo. De acuerdo con la Secretaria de Salud (SSa), para el 2030 existirán más de 250 mil pacientes. Esto significa que prácticamente de duplicará el número de personas afectadas.
Pero aunque lo más lamentable es la calidad de vida que pierden los pacientes, también tiene otros tipos de impactos. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) destina 213 mil 914 pesos anuales en cada derechohabiente con Insuficiencia Renal Crónica. Al multiplicarlo por los 25 mil 700 pacientes con este problema se obtiene una cifra de 25 mil 700 mil millones de pesos.
Respecto a los tratamientos, la hemodiálisis y la diálisis peritoneal son los más eficientes para reemplazar el trabajo que hacían sus riñones. Le ayudan al paciente para sentirse mejor y a vivir más tiempo, aunque no se trata de una solución definitiva.
Por lo anterior, la donación se ha convertido en la mejor alternativa, aunque existe el inconveniente de la falta de interés en la población. A raíz del elevado número de personas en espera de un trasplante, otro camino es la Donación Renal Pareada. Su principal ventaja es que reduce los tiempos de espera al asegurarse de que exista total compatibilidad.