A pesar del impacto positivo que tienen las vacunas, existen personas que dudan de su efectividad. Todo inició a finales del siglo pasado cuando se publicó una investigación que las relacionaba con el autismo. Aunque al poco tiempo se aclaró que era mentira lo que se exponía, fue demasiado tarde. Desde entonces han surgido los grupos antivacunas en diversas partes del mundo.
El hecho de que una persona no esté vacuna no sólo la perjudica a ella sino a todo su entorno. La muestra más clara del daño provocado por este tipo de mentalidad es analizar el panorama actual. Algunas enfermedades estaban a punto de desaparecer gracias a las vacunas, pero ahora eso ha cambiado. A continuación te mencionamos tres ejemplos.
Sarampión
Se trata del caso más claro y a la vez alarmante porque puede ser mortal. Con la ayuda de las campañas de vacunación, inclusive había sido erradicada de varios países. El problema es que ahora ha resurgido y en muchos casos ha sido provocada por turistas que no fueron inmunizados.
Tétanos
La enfermedad bacteriana estaba controlada gracias al desarrollo de las vacunas. Por desgracia, eso cambió este año gracias a un niño contagiado en Estados Unidos. El caso dado a conocer representa el primer contagio pediátrico en más de 30 años.
Difteria
El padecimiento infeccioso estuvo bajo control en la mayor parte del mundo durante varios años. Pero debido a la negación de la población de vacunarse, se ha presentado un aumento en el número de casos detectados. Ante este inconveniente, se han diseñado vacunas más completas con las que se busca brindar una mejor protección.