No es nuevo el problema de los medicamentos falsos. Ya desde 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había presentado sus preocupaciones al respecto. Entonces, estos productos ilegales ya concentraban el 10 por ciento del mercado farmacéutico. Asimismo, representaban un costo de 150 mil millones de dólares (mmdd) y hasta 1 millón de muertes anuales.
Desde entonces, el panorama va de mal en peor. Un estudio en el American Journal of Tropical Medicine and Hygiene calificó el reto de los medicamentos falsos como una pandemia global. En un par de años, el costo de estos productos pirata ascendió a 200 mmdd anuales. Y, de acuerdo con el coautor Joel Breman, ya provocan más de 300 mil muertes infantiles en todo el mundo.
Antimalaria y antibióticos, los grandes retos en medicamentos falsos
En el estudio, los investigadores reafirmaron el papel de la OMS en el combate a estos productos. Apuntan que, junto a la cooperación de las compañías farmacéuticas, la Organización mejoró la integridad de las cadenas de suministro. Pero recalcaron que debe hacerse más en investigación, vigilancia y regulación de medicamentos falsos. En especial en países pobres y emergentes.
Breman apuntó que su investigación identificó 2 medicamentos falsos que abarcaron la mayor parte de las muertes infantiles. En primer lugar están los fármacos contra la malaria. Las terapias combinadas basadas en artemisinina (ACT) son las mejores para combatir la enfermedad. Pero se encontró que hasta una cuarta parte de estos productos no se someten a una revisión de calidad.
Otro reto en los medicamentos falsos son los antibióticos. Así como las ACT ilícitas, estos fármacos matan a alrededor de 150 mil niños cada año. Fuera de esta población también se detectó un gran número de productos pirata de alta circulación. Los más comunes fueron para tratar hipertensión, enfermedades cardiovasculares, disfunción eréctil, cáncer y opiáceos.
De acuerdo con Breman y su equipo, muchos de estos medicamentos falsos están ligados a otras operaciones ilícitas. Principalmente movimientos terroristas y agrupaciones del crimen organizado. El experto asegura que la popularización del internet también ha fomentado la circulación de estos productos. En 2009, solo había unas cuantas farmacias en línea. Ahora, el número es superior a 35 mil. Y, en un análisis realizado por Pfizer, más del 96 por ciento de su oferta es pirata.