La movilización de migrantes del año pasado despertó una ola de xenofobia en México y Estados Unidos de América (EUA). Esta lógica incluso empezó a manifestarse en el plano sanitario. Múltiples grupos afirmaban que esta población podría provocar el resurgimiento de enfermedades. Aunque los temores fueron desmentidos, siguen utilizándose regularmente en varias ocasiones.
El vocero del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas norteamericano (ICE), Brendan Raedy, informó a Reuters que más de 2 mil migrantes permanecen en cuarentena por las autoridades. Esto con el fin de controlar brotes de enfermedades como paperas, viruela e influenza. En total, la agencia de EUA tiene retenidos en sus centros de detención a más de 50 mil individuos.
Oficiales del ICE apuntan que se han registrado 256 casos de paperas confirmados o probables en migrantes de sus 51 instalaciones a lo largo de los últimos 12 meses. Entre enero de 2016 y febrero de 2018, no se tienen evidencias de un solo incidente de infección. Asimismo, la influenza y la viruela afectaron a 423 y 461 individuos en el transcurso del año pasado, respectivamente. Esto ha resultado en la cuarentena de 2 mil 287 personas a lo largo de todo EUA.
Migrantes, bajo los protocolos adecuados de contención de brotes
Kevin McAleenan, comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza en EUA, afirmó que el problema está en los mismos migrantes. Reafirmó que cambió la demografía de los individuos que llegan a la frontera sur. Apuntó que cada vez más individuos llegan de Centroamérica con enfermedades. Sin embargo, en El Salvador, Guatemala y Honduras (de donde proviene la mayoría de la población de extranjeros) se tienen tasas de vacunación mayores a 90 por ciento.
Por otro lado, compañías a cargo de las instalaciones de detención de migrantes afirman que han hecho su parte en la crisis. Pablo Paez, vocero de CEO Group, afirmó que sus médicos siguen los estándares sanitarios dictados por el ICE y las autoridades médicas. La empresa, que se encarga de instalaciones en Lousiana con brotes activos, apuntó que sus protocolos han sido adecuados.
También han surgido preocupaciones sobre el estado de los migrantes. En concreto, que no lleguen a sus audiencias con la corte para evitar su deportación. Expertos en derechos humanos afirman que este tipo de juicios han sido cancelados en su mayoría. Los pocos procesos en pie se han dado por teleconferencia, sin permitir contacto directo entre los individuos y sus abogados.