Las redes sociales (con notables excepciones) han sido señaladas una y otra vez por sus efectos negativos en la salud mental. Un elemento fundamental de estas plataformas son los influencers, quienes se han internado en el mundo de la mercadotecnia como vehículos de promoción. El poder de estos mensajes comerciales son particularmente fuertes entre la población joven.
De hecho, un estudio publicado en la revista Pediatrics apunta que, al menos en el ámbito de la nutrición, parece que los influencers siempre tendrán un efecto negativo en los hábitos de los niños. Específicamente, en su nivel de ingesta calórica. Anna Coates, coautora de la investigación, reafirmó que los jóvenes son particularmente vulnerables a los mensajes de estos agentes.
Nuestros hallazgos sugieren que el marketing de alimentos poco saludables incrementa la ingesta inmediata de energía de los niños. Específicamente a través de las páginas de Instagram de los influencers. Estos resultados son respaldados por datos sobre el efecto de usar celebridades en comerciales. Mostramos que la publicidad de comida chatarra de hecho incrementa su consumo entre jóvenes, Pero anuncios sobre alimentos nutritivos tuvieron casi ningún efecto en los hábitos.
Influencers, cruciales en la guerra por la buena alimentación
Para los resultados, Coates y su esquipo estudiaron a 176 niños de entre 9 y 11 años. Se dividió a los jóvenes en 3 grupos. A cada uno se le mostró páginas falsas de Instagram de influencers con más de 1 millón de seguidores. Un primer equipo vio falsificaciones con las personalidades posando con comida chatarra. Otros observaron imágenes de la persona rodeada de alimentos saludables. El último fue de control, pues se les enseñó fotos sin referencias a la nutrición.
Después, se monitoreó la ingesta calórica de cada participante, dividido en alimentos saludables y chatarra, en las semanas siguientes. Se encontró que quienes habían visto a los influencers con comida poco nutritiva consumieron 26 por ciento más calorías en total. Por otro lado, no se encontraron diferencias significativas en ninguno de los otros 2 equipos.
Coates dijo que los jóvenes confían más en los influencers que las celebridades convencionales. Por ello, reafirmó que sus efectos en la alimentación podrían ser todavía más importantes. Llamó a un control más estricto de los espacios publicitarios digitales. Incluso sugirió que se prohiba por completo que estos agentes puedan promocionar comida chatarra en sus plataformas.