En un laboratorio existen una multitud de riesgos y peligros. Con un adecuado programa de seguridad, pueden minimizarse la tasa de incidentes adversos que se sufren en las instalaciones. Por supuesto, estas iniciativas deben ser extensas y comprensivas. Ya la semana pasada revisamos algunos de los puntos más importantes a considerar en este aspecto.
Sin embargo, estos elementos no son suficientes para un programa de seguridad comprensivo. Hay otros factores que un laboratorio debe tener en cuenta para asegurar la integridad de su personal, las muestras y las instalaciones mismas. ¿Tu organización posee los siguientes puntos para proteger a los colaboradores y tu material?:
1Protocolos de salud ocupacional
Cada rol en el laboratorio debe tener requerimientos específicos. Estos no solamente implican capacitación, entrenamiento y conocimientos concretos. En ocasiones, puede ser incluso necesario contar con un estado de salud física adecuado. Para eso, debes definir los puntos a cumplir de cada plaza en tu laboratorio y vigilar que se conserven con el tiempo.
2Apego del laboratorio a la regulación
En cada país, incluido México, existen estándares de operación contemplados en la ley. Estos varían dependiendo de las actividades (clínicas, de investigación) que se realicen. Además, hay agencias que pueden otorgar certificados al cumplir ciertos requisitos de trabajo. Si estás interesado en obtener estos reconocimientos, también debes vigilar que cumplas con sus reglas.
3Control y manejo de eventos externos y ambientales
Evidentemente, no todos los incidentes en un laboratorio se originan dentro del mismo. Desastres naturales, cortes de electricidad y hasta protestas de activistas pueden perturbar tus operaciones. Tu plan de seguridad debe contemplar cualquier posible evento fuera de tu control. También es necesario definir un curso de acción para atender estas eventualidades.
4Auditorías, reportes y seguimiento
Todo laboratorio debe llevar a cabo procesos de evaluación internos. Para ello, debes establecer mecanismos de recolección y análisis de información sobre el rendimiento de tus programas. Estos procesos de inspección necesitan realizarse después de cada evento adverso, para calificar la capacidad de respuesta. Pero también en periodos regulares, haya incidentes o no.