A lo largo de épocas recientes se ha registrado un preocupante aumento de agresiones contra profesionales de la salud. Pero no sólo se trata del peligro que sufren en el exterior como cualquier ciudadano sino al interior de sus consultorios. Contrario a lo que se podría pensar, los médicos son objetos de violencia de parte de los propios pacientes.
Un caso reciente que ha causado indignación en el gremio se registró en España. De forma más concreta, ocurrió en la ciudad de Murcia. Al Centro de Salud de Las Torres de Cotillas acudió un paciente que fue atendido por una médica de forma normal.
El problema comenzó al final de la consulta, cuando el paciente se enojó y exigió que se le recetaran más opioides de los indicados. La médica argumentó que no podía hacerlo porque sería peligroso y pondría en riesgo la salud del paciente.
Ante la negativa, el paciente comenzó con amenazas e insultos verbales, los cuales aumentaron de tono. Como lo indica el protocolo, la médica le dio la copia de la receta médica al paciente y se dirigió a la puerta del consultorio. Antes de llegar, el paciente comenzó a jalar su bata y continuó con sus insultos.
Producto de lo anterior, la médica sufrió un desmayo dentro de su consultorio. Por fortuna tanto compañeros como personal de seguridad acudieron al cubículo para ofrecerle apoyo. Después de hacerle una revisión se confirmó que sufrió un fuerte cuadro de ansiedad, lo que le provocó un intenso dolor en el pecho. Al hacerle un diagnóstico más profundo se le diagnosticó un infarto de miocardio, del que por fortuna ya se recupera.