Ya desde finales de 2018, la obesidad había alcanzado nuevos niveles récord a escala global. Hoy, 1 de cada 8 individuos en el planeta sufren de un Índice de Masa Corporal (IMC) excesivo. Esta condición impacta en innumerables enfermedades crónicas y agudas, desde el cáncer y la diabetes hasta la hipertensión y condiciones cardiovasculares. Además, podría causar infertilidad.
Así lo advirtió Romelia Palos López, especialista del Hospital Civil de Guadalajara, en una entrevista con EFE. La experta apuntó que las mujeres con obesidad son hasta 3 veces más vulnerables a sufrir problemas de infertilidad que las pacientes sanas. Además, con o sin terapia de reproducción asistida, las pacientes con un alto IMC tardan más en lograr un embarazo.
Palos López aseguró que todo el sistema reproductivo se ve alterado por la obesidad. Apuntó que el ciclo menstrual sufre cambios significativos conforme aumenta el tejido graso. También, señala la especialista, incrementa el riesgo de sufrir complicaciones obstétricas. Incluso si las mujeres con alto IMC llegan a quedar embarazadas, es más probable que exista un aborto espontáneo.
Alteraciones de la obesidad en la reproducción
De acuerdo con la especialista, este fenómeno se debe a la acumulación de tejido graso. En específico en la zona visceral del cuerpo, correspondiente al abdomen. La obesidad entonces fomenta la producción de altos niveles de insulina, así como de andrógenos. Estas sustancias, a su vez, alteran el ciclo ovárico y la capacidad de quedar embarazada. El ciclo endomentrial también se ve afectado, lo que hace más difícil crear las condiciones favorables para un embrión.
Reafirmó que este problema no se puede solucionar fácilmente con reproducción asistida. Palos López comentó que las mujeres con obesidad requieren de un mayor volumen de medicamentos. Asimismo, el tiempo de estimulación del tratamiento debe ser más prolongado. De cualquier forma, la acumulación de tejido graso reduce el número y calidad de los óvulos disponibles.
La especialista advirtió que no solo la fertilidad se ve afectada por la obesidad. Recordó que las hormonas no son sustancias que afecten a una única pieza del organismo. Afirmó que son un sistema que trabaja en conjunto, por lo que la alteración de una puede provocar cambios en todas. Pidió a los profesionales de la salud incentivar entre sus pacientes buenos hábitos. En especial, una alimentación saludable y la práctica diaria del ejercicio físico.