A lo largo de los últimos años se ha registrado un preocupante retroceso dentro de la sociedad mundial. Se trata de los llamados grupos antivacunas, quienes han provocado que enfermedades que se creía erradicadas volvieran a aparecer. El caso más claro es el del sarampión, infección que ahora está presente en países altamente desarrollados.
Es por eso que ahora Europa es la zona que registra el mayor número de contagios en el mundo. En el caso de México, hace unos días se dio a conocer que una mujer de Nuevo León estaba contagiada. Ante este panorama, te compartimos una lista con los principales mitos que existen acerca de las vacunas. Recuerda hablar con tus pacientes para erradicar este tipo de ideas.
“Las enfermedades desaparecen solas”
Un argumento que utilizan quienes se oponen a las inmunizaciones es que las enfermedades desaparecen solas. La realidad es que una vacuna puede ayudar para reducir al mínimo el peligro de muerte por alguna enfermedad. El más claro ejemplo es el sarampión porque un niño vacunado está protegido hasta en un 99 por ciento.
“Las vacunas pueden provocar autismo”
Se piensa que es el mito que originó el surgimiento de los grupos antivacunas. Hace 20 años, una investigación publicada en The Lancet afirmó que el autismo era provocado por las inyecciones. Poco tiempo después se demostró que era falso, pero por desgracia muchas personas continúan creyendo este tipo de argumentos.
“Las vacunas te enferman más”
Es cierto que ninguna vacuna es 100 por ciento efectiva y algunas provocan efectos secundarios, pero resulta una mentira que provoquen enfermedades mayores. Cada individuo suele reaccionar distinto a una inmunización, pero al final el beneficio es mayor que las adversidades.
“El sistema inmunológico no requiere vacunas”
Son al menos 11 vacunas las que los niños deben recibir durante sus primeros años de vida. Esto ha provocado que algunas personas piensen que son demasiadas y le pueden causar daño al cuerpo infantil. La realidad es que no existe ningún trabajo que confirme tal mito.