A propósito de que hoy se conmemora el Día del amor y la amistad, es pertinente hablar de un problema de salud. Se trata de la mononucleosis, también conocida como la enfermedad del beso. Es provocada por el virus de Epstein-Barr y principalmente se transmite por la saliva. A pesar de su denominación, no sólo es a través de besos sino también al compartir bebidas o alimentos.
De igual forma, sus síntomas más comunes son debilidad y cansancio, por lo cual muchos tienden a ignorarla. Pero en caso de no atenderse a tiempo también puede provocar fiebre, garganta inflamada, hinchazón del hígado e incluso erupciones. Sólo a través de un análisis de sangre es posible detectarla porque no existen vacunas para prevenirla.
Como parte de las acciones preventivas, se recomienda mantener una higiene correcta. Desde un adecuado lavado de manos hasta la limpieza de los objetos empleados para comer.
Por su parte, cuando una persona padece de mononucleosis, lo ideal es mantenerse en reposo y evitar todo contacto con otras personas. Se trata de una enfermedad que se puede contagiar de una forma muy fácil a todo el círculo cercano.
Por todo lo anterior, lo más recomendable siempre son las revisiones constante con el médico. De manera adicional, los análisis de sangre periódicos también ayudan para poder detectarla a tiempo y no confundirla con otras enfermedades.
Así que no olvides transmitir la información a tus pacientes. Recuerda que por medio de la palabra también puedes mantener alerta a quienes visitan tu consultorio médico.