De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día un millón de personas contraen una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS). Ya sea por descuido o no utilizar algún método de prevención, se trata de un grave problema global.
Si bien, existen ETS bastante conocidas como gonorrea, clamidia, sífilis y VIH, también hay otras que no lo son del todo. En años recientes se ha visto un apogeo de nuevas infecciones sexuales, lo cual ha causado preocupación de especialistas.
Por lo anterior, la OMS alertó sobre cuatro bacterias que se transmiten por contacto sexual. Debido al aumento de casos es que podrían transformarse en problemas de salud pública.
Mycoplasma genitalium
Su incidencia es relativamente baja y sólo afecta el uno por ciento de las personas activas sexualmente. Su mayor inconveniente es que es asintomática, además de que algunas personas la llegan a confundir con la clamidia. Provoca inflamación pélvica femenina y se asocia con infertilidad, abortos espontáneos, parto prematuro y muerte fetal.
Linfogranuloma venéreo
Puede comenzar como un simple grano, ampolla o úlcera genital temporal, pero sus consecuencias son mayores. En caso de no atenderse puede provocar enfermedad inflamatoria intestinal y anomalías crónicas en el recto y colon.
Neisseria meningitidis
Se estima que entre el 5 y 10 por ciento de la población sexualmente activa está infectado. Lo más preocupante es que puede llegar a provocar meningitis invasiva que afecta al cerebro. Es por eso que se considera como potencialmente mortal. Se puede transmitir a través de besos profundos o sexo oral ya que la bacteria se aloja en la parte posterior de la nariz y garganta.
Shigella flexneri
Aunque existen casos documentados desde la década de los 70, en años recientes se han incrementado los contagios. Es causante de severos calambres estomacales y brotes explosivos de diarrea con sangre y mucosidad.