Posiblemente al terminar la especialidad médica, pocos médicos podrían imaginarse que estarían involucrados en el mundo de los negocios. Sin embargo, la gran mayoría de ellos tiene una empresa justo en su consultorio. ¿Cómo se constituye?
La gran característica de una empresa es que tiene un capital, activos y pasivos. Dependiendo de cada empresa, esta puede ser de emprendimiento o bien, de auto empleabilidad (que es lo más común en el área médica privada).
Explicaré cada una de ellas.
Una empresa del área médica que emprende, es aquella marca / clínica en donde el médico principal no necesita estar 100% presente para que las funciones del negocio se lleven a cabo; y aun así, la empresa se mantiene estable y con ingresos constantes.
Como cualquier empresa, constituye un capital, con activos y pasivos; misma estructura que es manejada por un equipo administrativo de 5 a 10 personas o incluso más. Dependiendo del área de especialidad médica, es como se maneja la empresa. Un ejemplo claro de esto puede ser la empresa “Salud Digna”. Fundada hace 14 años y que hoy en día está en 19 estados y tiene 60 clínicas.
Las marcas/clínicas que recién comienzan, al ser PyMes del área médica privada, tienen como desafío mantener el crecimiento y el posicionamiento como marca, sin que el médico a cargo tenga que estar 100% de su tiempo en el establecimiento, es decir, que se trabaje con una estructura y jerarquía empresarial.
Sino hay un plan o un recurso en primera estancia para llegar a este punto, se comienza desde la auto empleabilidad y posteriormente, el mismo crecimiento logrará que se convierta en una empresa definida por el emprendimiento.
La auto empleabilidad se caracteriza por una empresa (capital, activos y pasivos) que requiere que el médico principal sea quien esté el 100% en el consultorio como cabeza de la empresa.
En este caso, el médico es un propio jefe, los clientes son los pacientes y las ventas se traducen en la cantidad de consulta por día que hay en la agenda.
Como cualquier otra empresa, hay pasivos (cuentas por pagar) y activos (fijos y variables). Así como un capital con el cual se comienza. La diferencia entre uno y otro escenario, es la capacidad de ingresos del médico. Es decir, si un médico privado es capaz de volver su consultorio en una empresa rentable, tendrá el doble o el triple de probabilidades de recibir ingresos mayores, (es decir, que se distribuyera el trabajo entre varias personas, en vez de que los ingresos dependan de un sólo médico).
Esto abre mayores posibilidades de tener libertades de tiempo para los médicos, así como un plan de retiro a futuro, al momento de jubilarse.
En conclusión, es recomendable que para aquellos médicos que se quieren dedicar al 100% en la práctica privada, comiencen su consultorio con una visión de convertirlo en una empresa autosustentable por lo menos en un periodo de 10 años. Esto con la finalizad de garantizar mayores ingresos por un periodo de tiempo mucho más largo.