Para el público en general, el fin de semana es un periodo de descanso y relajación. Pero para quienes se dedican al sector salud, no siempre tiene este significado. Los profesionales de la salud frecuentemente deben dedicar toda su vida a su lugar de trabajo. De hecho, muchos defienden que solo así pueden progresar en su carrera o, peor aún, conservar su empleo.
Sin embargo, el fin de semana juega un rol fundamental en el éxito de un líder médico. Se trata de un periodo de relajación y descanso crucial para el desempeño. También es la oportunidad para desarrollar rutinas benéficas para su carrera. Estas actividades no solo tienen efectos en su potencial éxito en el sector salud. También mejoran el bienestar físico, psicológico y emocional:
1Desconectarse del mundo
Un profesional de la salud siempre debe estar al pendiente de emergencias o urgencias. Pero en fin de semana (o cuando sean sus días de descanso) debería alejarse del mundo. Un gran líder médica sabe el valor de no contestar llamadas o mensajes en su tiempo libre. Así puede darse una oportunidad para conectarse consigo mismo y “desintoxicarse” del día a día.
2Leer libros y revistas
Sobra decir que los profesionales médicos son personas inteligentes. Sin embargo, un gran líder médico tiene una avidez de conocimiento y cultura. Por eso, tiende a pasar sus fines de semana entre novelas, investigaciones y artículos de noticias. Así no solo se mantienen informados sobre los últimos avances del sector. También entrenan a su cerebro para estar siempre alerta.
3Pasar el fin de semana con la familia
Ya sea con sus padres, hijos, pareja o amigos, los médicos saben la importancia de invertir tiempo en sus relaciones personales. Un gran líder del sector salud tiene un balance adecuado entre su vida privada y profesional. Además, llevar a cabo actividades con individuos de un mismo círculo social puede reducir el estrés acumulado a lo largo de la jornada regular.
4Planear para el futuro
Al menos una parte del fin de semana debe dedicarse a la próxima jornada laboral. Muchas veces, el caos del día a día no deja tiempo para una correcta organización. Así, los días de descanso tienen la tranquilidad y tiempo necesarios para pensar sobre los retos que se avecinan. Incluso permite definir pequeños detalles que tal vez se pasarían por alto en otro momento.