El cáncer colorrectal es un reto para México. En el país, es el tercero más frecuente tanto en hombres como mujeres. Además, se ha advertido anteriormente que existe un peligroso déficit de clínicas especializadas en esta neoplasia. Por si fuera poco, el estilo de vida predominante entre los pacientes podría incrementar su incidencia. En especial entre las personas jóvenes.
Un estudio publicado en JNCI Cancer Spectrum por la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington así lo afirma. De acuerdo con el equipo de investigación, han descubierto un nuevo factor de riesgo. Quedarse sentado viendo la televisión por largos periodos de tiempo parece aumentar la incidencia del cáncer colorrectal. En especial tumores formados antes de los 50 años.
Riesgo de cáncer colorrectal, sin nexos con la obesidad
Los investigadores reunieron datos de 89 mil 278 participantes. Todas eran pacientes femeninas de Estados Unidos. Además, se dio un seguimiento a todos los casos por más de 2 décadas. En este periodo, se detectaron 118 mujeres con un diagnóstico de cáncer colorrectal antes de cumplir los 50 años. Entonces, se relacionó esta incidencia con sus hábitos al ver televisión.
Más de una hora diaria de televisión pareció incrementar el riesgo de sufrir cáncer colorrectal en 12 por ciento, con respecto a las pacientes que no sobrepasaban este límite. Entre más tiempo se pasara enfrente de la pantalla, más crecía la tasa de incidencia. Para sesiones de 2 horas o más, el peligro creció a 70 por ciento con respecto al promedio. Estos hallazgos son independientes del Índice de Masa Corporal, la frecuencia de la actividad física o el historial familiar.
Yin Ciao, autor líder de la investigación, afirma que el estudio es el primero de su tipo. Esto, porque no se había ligado al cáncer colorrectal temprano con comportamientos sedentarios. Reafirmó que estos hallazgos podrían mejorar los lineamientos de tamizaje. Específicamente, a identificar qué pacientes podrían beneficiarse más de exámenes tempranos.
Ciao reafirma que el sedentarismo debería ser considerado un factor de riesgo separado de la obesidad o la actividad física. Al menos para el desarrollo de cáncer colorrectal temprano. Apuntó que esta neoplasia, en pacientes menores de 50 años, tiende a ser muy agresiva. Además, no suele detectarse sino hasta etapas avanzadas, cuando la esperanza de vida es mucho menor.