Una de las condiciones más peligrosas en pacientes mayores son los eventos cerebrovasculares. No solo es un padecimiento complejo en sí mismo. Además, podría ser un indicador temprano de varios tipos de cáncer. Sin embargo, hay varias formas en las que se puede manifestar un derrame cerebral. Incluidos incidentes en los que el paciente no esté consciente de los síntomas.
Entre ellos se cuenta la enfermedad vascular de pequeño vaso (CSVD). Esta condición también es conocida como un “derrame silencioso”. De acuerdo con un estudio publicado en Neurobiology of Aging, su diagnóstico con pruebas neuropsicológicas es poco efectivo en etapas tempranas. Sin embargo, podría detectarse mediante un análisis de la conducta de los pacientes.
Ayan Dey, autor líder del estudio, precisa que debe observarse su capacidad de atención. Su equipo encontró un nexo entre la distracción en mayores de 50 años y la incidencia de un derrame silencioso. Señaló que el daño hecho por la CSVD reduce la capacidad de enfocarse. Asimismo, fomenta que los pacientes se desvíen con mayor frecuencia de sus actividades diarias. Estos síntomas se presentan mucho antes que cualquier punto de referencia en otras pruebas clínicas.
Nuestros resultados indican que las personas en riesgo de tener o que sufrieron un CSVD tienen más dificultad para concentrarse. […] Si los pacientes creen que éste es el caso, se deberían presentar estas preocupaciones a un médico. Particularmente si el individuo tiene una condición clínica o de estilo de vida que lo ponga en riesgo de derrame cerebral o enfermedad cardiovascular.
Derrame silencioso y Alzheimer
Para sus hallazgos, Dey y su equipo contaron con 54 participantes de entre 55 y 80 años. Todos poseían al menos un riesgo de derrame cerebral. Se obtuvieron imágenes de resonancia magnética de sus cerebros para detectar la CSVD. Asimismo, se les hicieron exámenes de comportamiento y neurocognición. A futuro, se quiere averiguar por qué algunos pacientes parecen sufrir daños sin afectaciones a sus habilidades de atención y razonamiento.
El investigador expone que el CSVD es una de las condiciones más comunes al envejecer. A pesar de no tener síntomas aparentes, pueden provocar varios problemas cognitivos. En especial, se ha relacionado esta especie de derrame con una mayor incidencia de Alzheimer. Asimismo, el daño a la materia blanca no suele descubrirse sino hasta años después de forma accidental.