Hoy en día, vivimos en un mundo radicalmente distinto al de hace unos siglos. La tecnología no solo ha avanzado significativamente. También se ha convertido en un elemento indispensable para prácticamente cualquier industria y aspecto. A pesar de sus innumerables ventajas, esta situación también ha generado retos. En particular, en el correcto desarrollo de los recién nacidos.
Los resultados de un estudio por un equipo canadiense suman a esta teoría. La investigación, publicada en JAMA Pediatrics, observó el desarrollo de recién nacidos. En particular, cómo se desempeñan en kínder según su exposición a pantallas de dispositivos digitales. Sheri Madigan, autora líder del estudio, afirma que provoca un gran retraso en su desarrollo cognitivo y motor.
Pasar tiempo frente a una pantalla es frecuentemente un comportamiento pasivo o sedentario. Implica muy pocas oportunidades de aprendizaje. Además, el cerebro de los recién nacidos es todavía muy joven. Todavía no pueden aplicar lo aprendido en 2 dimensiones a su realidad tridimensional. Observar acciones en dispositivos no les enseña a hacerlas en la vida cotidiana.
Actividades que roban oportunidades a recién nacidos
Se observaron en el estudio 2 mil 441 casos. Solicitaron a cada madre responder cuánto tiempo pasaban en promedio sus recién nacidos frente a pantallas. Se consideraron tanto televisiones como videojuegos, computadoras o dispositivos móviles. También se monitoreó el progreso de los infantes en varios aspectos del desarrollo, como comunicación social o capacidad motora.
Comparados con recién nacidos que no pasaron tanto tiempo frente a pantallas, los infantes de 2 años tuvieron peores calificaciones en pruebas que medían capacidad de resolver problemas a los 3 años. Esta misma relación también estuvo presente en niños de 5 años. Otras habilidades afectadas fueron la función motora gruesa, como caminar, y algunas capacidades sociales.
De acuerdo con los investigadores, todos los participantes del estudio pasaban más de 17 horas a la semana frente a una pantalla. Es decir, que no hubo recién nacidos con una exposición menor a 60 minutos diarios para servir de control. Sin embargo, en una carta a Reuters, apuntaron que los padres deberían limitar cuánto tiempo pasan sus hijos usando este tipo de dispositivos.