Desde hace años, los organismos resistentes a antibióticos amenazan al sector salud. A pesar de los avances en el descubrimiento de nuevos fármacos, la humanidad parece perder la batalla. Cada vez más cepas alcanzan la categoría de superbacteria. Es decir, que pueden resistir a múltiples sustancias a la vez. Más preocupante aún, estas habilidades se extienden rápidamente.
Rastros de genes de superbacteria fueron encontrados en el Ártico. La zona en particular es considerada una de las últimas zonas prístinas del planeta Tierra. Los investigadores, de la Universidad de Newcastle, describieron el hallazgo en Environment International. Apuntan que las características observadas fueron encontradas por primera vez en entornos clínicos de la India.
La expansión de una peligrosa superbacteria
David Graham, coautor de la investigación, apunta que los genes detectados se denominan blaNDM-1. Éstos proporcionan resistencia a múltiples antibióticos. Particularmente, permite la creación de una superbacteria inmune a los carbepanems. Estos fármacos son considerados de último recurso, debido a su potencia. Se cree que estas habilidades viajaron gracias a la fauna del área. Los rastros se detectaron en la materia fecal de animales, aves y hasta humanos visitantes.
Las regiones polares son de los últimos ecosistemas prístinos del planeta Tierra. Son una plataforma ideal para entender la resistencia antes de la era de los antibióticos. Venimos para entender las tasas de “contaminación” de una superbacteria. Pero solo unos años después de detectar los genes blaNDM-1 en India, los encontramos en un área de mínimo impacto humano.
Graham reafirmó que los genes blaNDM-1 primero se encontraron en Nueva Delhi en 2008. Inicialmente, como casi cualquier superbacteria, se concentraba en entornos clínicos. Debido al intenso uso de antibióticos en centros de salud, estos microorganismos suelen originarse ahí. En 2010 ya se encontraba en las aguas de India y no tardó en expandirse a otras regiones.
Hoy día, los blaNDM-1 se encuentran en más de 100 países. Ws preocupante porque pocos fármacos pueden contra una superbacteria resistente a carbepenems. Si bien estos genes fueron los más comunes (presentes en. hasta el 60 por ciento de las muestras), no fueron los únicos. Graham y su equipo hallaron rastros de otros 130 genes capaces de resistir antibióticos.