Los efectos negativos del cigarro son ampliamente reconocidos por el sector salud. Fumar no solo tiene un daño determinante en el sistema respiratorio. Además, este vicio es responsable de casi una tercera parte de todos los tipos de cáncer. Contrario a otras drogas, como el alcohol o la marihuana, cualquier especialista médico está de acuerdo que todos sus efectos son negativos.
A su larga lista de ‘crímenes médicos’ se le puede sumar uno más: envejecimiento. Un estudio de Insilico Medicine, publicado en Scientific Reports exploró la edad biológica de las personas. En específico, comparó el desgaste en el organismo entre pacientes con y sin el hábito de fumar. Las diferencias que se encontraron entre ambos grupos fueron considerables.
Fumar, un motor del envejecimiento
Los hallazgos fueron obtenidos de una muestra con 149 mil participantes. De acuerdo con la compañía, fumar acelera la edad biológica de los pacientes en hasta 100 por ciento. Es decir, los participantes con presentaban un deterioro propio de personas con el doble de edad. Polina Mamoshina, coautor, comentó que estos resultados enmarcan los riesgos de este vicio.
Me complace formar parte de este estudio de investigación. Encontramos evidencia científica fascinante sobre el hábito de fumar y cómo acelera el envejecimiento. El tabaquismo es un verdadero problema que destruye la salud de las personas. También causa muertes prematuras y provoca múltiples enfermedades. Ahora, con IA, hemos probado que incrementa la edad biológica.
Para ver el impacto de fumar, Insilico observó la bioquímica sanguínea de los participantes. Para lograrlo, empleó sistemas de IA capaces de predecir la edad biológica. Los resultados del software se basan en técnicas de Deep Learning, así como el análisis de biomarcadores. En específico, de la hemoglobina glicolizada, la urea, el nivel de glucosa en ayunas y la ferritina.
Fumar duplica la edad biológica tanto en hombres como en mujeres. Más allá de comprobar los efectos dañinos del tabaco, el experimento podría ser la demostración conceptual de una nueva prueba. Actualmente, apunta el equipo de Insilico, los doctores deben confiar en las declaraciones de sus pacientes para determinar el nivel de tabaquismo. Con análisis sanguíneos, se podría determinar fácilmente qué tan serio es el vicio y cómo interactúa con otros elementos del estilo de vida.