En muchos sentidos, la enfermería (y quienes se dedican a ella) es una heroína silenciosa. En cualquier nivel de atención siempre está ahí. Incluso muestra más habilidad, dedicación y esfuerzo que los mismos especialistas médicos . Sin su aportación, el servicio que recibirían los pacientes no sería el mismo. Pero pocas veces sus historias llegan a los oídos del público o sus colegas.
La vida es suero es el rayo de luz que ilumina la labor de la profesión. Como muchos otras obras de anécdotas médicas, está dominada por el humor. Pero al mismo tiempo, comparte una realidad que puede pasar desapercibida incluso a los mismos doctores con los que trabajan. Aquí, la enfermería grita a los 4 vientos las desgracias, los desafíos y el absurdo de su día a día.
Enfermera Saturada pertenece a una generación de mujeres que ha aprendido a coser heridas antes que botones. Por eso es capaz de recuperarse con más facilidad de una relación amorosa complicada que de una cremallera rota en esos tejanos de temporada de Amancio que tanto le ha costado encontrar. Se define como una enfermera española que busca su hueco en la sanidad.
Héctor Castiñeira es la verdadera identidad del autor detrás de esta obra. A su publicación, el experto en enfermería se hacía llamar Saturnina Gallardo o Enfermera Saturada. Bajo este pseudónimo amasó una gran popularidad en España y el resto del mundo. Ahora, con su identidad revelada, su ficticio personaje (con historias muy reales) es todavía una sensación en el sector.
Dentro de esta compilación de anécdotas se mezcla la comedia negra con el drama. Así como hay quejas sobre la profesión, también existen momentos de genuino aprecio. Pacientes, doctores, jefes, relaciones personales, educación continua, insumo médicos. Todos estos elementos se mezclan en esta obra. ¿El resultado? La cura al aburrimiento.
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