Durante los últimos días la salud pública de nuestro país ha sido objeto de noticias que han dividido opiniones. Todo a raíz del anuncio del despido masivo de 3 mil empleados del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
En este caso, el centro de la discusión es que Luis Antonio Ramírez Pineda, director general del ISSSTE, afirmó que sólo se despediría a personal administrativo. El objetivo es optimizar la atención a los derechohabientes para “hacer más con menos”. De igual forma, expuso que “existían trabajadores ociosos que no cumplían con sus funciones”.
Todo esto ha hecho cuestionar si dentro del sistema de salud pública existe un exceso de personal administrativo. Al respecto, una de las quejas más recurrentes de los derechohabientes es la pérdida de tiempo cuando se requiere recibir atención. Otro rubro es que, en ocasiones, el personal administrativo no pone atención ni muestra interés por los pacientes.
Desequilibrio de personal
En contraparte, es conocido que dentro del personal médico, existe un severo déficit de galenos y enfermeras. Para poner en contexto, se estima que a cada médico general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) le corresponden 3 mil 600 derechohabientes, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que máximo deberían ser 2 mil 400 para cada médico.
Todo esto muestra que no existe un equilibrio entre el personal tanto del IMSS como del ISSSTE. A su vez, eso genera que los médicos y enfermeras sufran de Síndrome de Burnout debido al exceso de trabajo que enfrentan a diario.
Y dentro de tu visión interna, ¿crees que sobra personal administrativo pero faltan médicos y enfermeras?