Dentro de las propuestas de Andrés Manuel López Obrador durante su pasada campaña presidencial hubo una que llamó la atención. Se trata del retiro del Seguro de Gastos Médicos Mayores (SGMM) para 500 mil funcionarios del gobierno, lo que provocaría un ahorro de 2 mil 700 millones de pesos anuales.
No existe fecha que no se cumpla y desde el primer minuto de este año entró en vigor esta medida que forma parte del Plan de Austeridad. De esta manera, se contempla que los funcionarios, junto a sus familiares directos, sumen 2 millones de personas que ahora serán atendidas en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Pero a pesar de que eso significaría un fuerte impacto para el instituto, la realidad parece no ser realmente así. Si bien, existe la posibilidad de que algunos trabajadores del gobierno sí se afilien al ISSSTE, diversos especialistas afirman que la mayoría no lo hará.
¿Preferirán pagar servicios privados?
Si se toma en cuenta que quienes quedaron sin este beneficio son trabajadores de alto rango, todo hace indicar que preferirán pagar servicios médicos privados con su salario antes que inscribirse en el ISSSTE.
En ese sentido, el impacto para el instituto no sería tan grave porque no llegarían 2 millones de nuevos derechohabientes sino una cantidad mucho menor.
Otro punto a considerar es que los funcionarios que sí opten por atenderse en el ISSSTE podrán conocer, por primera vez, las verdaderas condiciones de la salud pública del país. Tal vez esto pueda tener un impacto positivo porque serviría para concientizarlos acerca del urgente cambio que se requiere.