Durante los últimos días el tema central de análisis ha sido la firma que hace oficial el nuevo sistema de salud con el que contará México. Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder, se planean cambios de fondo que le ofrezcan a la población una atención sanitaria digna, de calidad y gratuita.
A su vez, lo que motivó la federalización de la salud fue ofrecer una mejor atención a los pacientes; sin embargo, parece que las autoridades poco se han preocupado en los profesionales de la salud. Esto es debido a que una de la principales quejas es respecto al negocio de los consultorios anexos a farmacias.
Negocio en pleno crecimiento
Para poner en contexto, mientras que en el 2010 existían 4 mil 370 consultorios de este tipo en todo el territorio nacional, para el 2017 la cifra se había incrementado a más de 13 mil. En la actualidad ya son más de 15 mil los que ofrecen servicio a los pacientes.
Como consecuencia directa de este aumento exponencial, este año la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) afirmó que los consultorios anexos a farmacias ofrecen 325 mil consultas al día, lo que significa que brindan 35 mil consultas más que el propio Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Por otra parte, son varios los médicos que han expresado su disgusto hacia los consultorios anexos a farmacias por considerar que denigran a la profesión. También se debe agregar que en muchos establecimientos los galenos no cuentan con verdaderas garantías laborales como antigüedad, prestaciones y aguinaldo.
Es por eso que ahora existe la duda acerca de si el Plan Nacional de Salud presentado por López Obrador que promete atención y medicamentos gratuitos ayudará para detener la proliferación de los consultorios anexos a farmacias o si la situación continuará sin modificaciones.
Y tú como profesional de la salud, ¿qué opinas al respecto?