Tanto el cáncer como la obesidad son retos importantes del actual sistema de salud. De hecho, un alto Índice de Masa Corporal (IMC) fomenta la aparición de tumores. Este efecto es muy potente en mujeres, como lo expuso a finales de septiembre un grupo de expertos. Sin embargo, el exceso de peso también provoca la aparición de estas neoplasias por otra razón: rayos X.
De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Radiological Protection, los pacientes obesos son más vulnerables a los rayos X. Sin embargo, esto es porque necesitan una dosis más alta de radiación para la imagen. Las capas de tejido dificultan la visión de los especialistas al momento de tomar la captura. Entonces, se necesita utilizar el equipo a una mayor intensidad. A su vez, esta acción incrementa la probabilidad de desarrollar cáncer.
Imposible, reducir el riesgo de cáncer en pacientes obesos
Karen Knapp, coautora de la investigación, señaló que su equipo en la Universidad de Exeter analizó a más de 600 pacientes. Todos ellos se habían sometido a cirugía de pérdida de peso. Previo a la operación su IMC era superior a 50. Es decir, su masa era el doble de la indicada para su estatura. Encontraron que regularmente se les exponía a más radiación durante los rayos X. Esto porque la intensidad apta para un paciente sano no podía penetrar su voluminoso tejido.
Las dosis superiores de radiación incrementaron en 153 por ciento su riesgo de padecer cáncer. Knapp apuntó que esta intensidad en los rayos X, desafortunadamente, no puede evitarse. También recordó a los pacientes obesos que no deberían dejar de someterse a estos exámenes. El caso perfecto sería, por supuesto, trabajar para lograr un IMC ideal.
Una de las herramientas de diagnóstico más importante son los rayos X. Los radiólogos hacen lo posible para minimizar el riesgo para los pacientes. Sin embargo, nuestro estudio remarca las implicaciones de dosis más grandes en personas obesas. Necesitamos urgentemente más investigación para comprender cómo optimizar la intensidad de exposición en este grupo. Así, podremos diseñar guías robustas que reduzcan el peligro de cáncer.
A futuro, los investigadores quieren reducir la dosis de radiación necesaria. Saeed Al-Qahtani, coautor del estudio, comenta que la intensidad de los rayos X no es la única forma de mejorar la imagen. Con este principio, quiere minimizar el peligro de cáncer en pacientes obesos.