A pesar del avance en la tecnología y los distintos logros que se han obtenido en años recientes, existen problemas de salud que persisten. Mientras que algunas enfermedades e infecciones obtienen más notoriedad y son objeto de diversas investigaciones, otras son ignoradas a pesar de su alta incidencia.
Lo anterior tiene como contexto la elevada prevalencia de la leishmaniasis en México, a pesar de que tanto las autoridades nacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) no la tienen contemplada dentro de sus prioridades.
La infección mencionada afecta principalmente a las poblaciones más pobres del planeta. Cada año se producen entre 700 mil y un millón de nuevos casos y de 20 mil a 30 mil defunciones. En el caso de México, se estima que está presente en al menos 22 estados del país.
Por su parte, Oswaldo Eliecer Cárdenas González, estudiante de doctorado de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), comenta que la infección ha sido muy poco combatida en México.
El principal problema de la leishmaniasis es que las manifestaciones clínicas son muy similares a otras enfermedades, lo que dificulta su diagnóstico inicial. Es por eso que en un inicio puede llegar a ser confundida con lepra, tuberculosis y micosis cutáneas, aunque su peligrosidad es mayor cuando avanza.
Es por eso que actualmente existen investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que trabajan en el desarrollo de una herramienta de diagnóstico específico. Aunque el proyecto se encuentra en desarrollo, se espera que pronto esté disponible y ayude a combatir la infección.
