A lo largo de los últimos días ha estado presente el tema del Plan Nacional de Salud propuesto por Andrés Manuel López Obrador. A pesar de que el documentó ya fue firmado y comenzará su aplicación el próximo año, todavía existen diversas dudas en torno a lo implicará.
"Las personas sin seguridad social seguirán acudiendo al sistema de salud público", aclaró @lopezobrador_ sobre la atención en @Tu_IMSS o @ISSSTE_mx.https://t.co/mFYfUzPBY1
— La Jornada (@lajornadaonline) December 18, 2018
Para evitar malentendidos, fue el propio Andrés Manuel quien explicó que la federalización de la salud no implica por completo que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) atenderán a todos los enfermos.
El nuevo sistema de salud contempla a los centros de salud que están ahora manejados por los gobiernos estatales, las unidades médicas rurales y los hospitales de segundo y tercer nivel. Sólo ellos van a empezar a formar parte del programa y ofrecerán atención a toda la población que lo requiera.
Por su parte, el mandatario añadió que las clínicas y hospitales generales del IMSS e ISSSTE sólo atenderán casos de emergencias en no derechohabientes. En el caso de las personas ya afiliadas, el servicio continuará igual.
Creo que la confusión es que se pensó que se integraban todos los servicios de salud y que entonces la población que no pagaba cuota iba a ir a los hospitales del Seguro pero no va a ser así, van a ir a los hospitales del Seguro sólo en casos de emergencia. Si alguien tiene un accidente y requiere atención, lo tienen que recibir en un hospital del Seguro, del ISSSTE, en uno de Pemex o militar, ese es el acuerdo que existe.
A raíz de lo declarado por López Obrador, se han levantado diversas dudas. Una de las mayores es que el nuevo sistema de salud resulta engañoso, además de que es claro que no se trata de una cobertura total ni la universalización de la salud como se pensó en un inicio.