Cualquier médico sabe lo que es el fracaso profesional. Puede haber experimentado un mal curso en la facultad. Es posible que, en el internado o la residencia, su desempeño fuera menos que el óptimo. Incluso, es posible que haya cometido un error que haya desembocado en la queja de un paciente. Estos eventos son normales y no deberían limitar o definir la capacidad de un doctor.
Sin embargo, hay profesionales de la salud que se dejan paralizar por este miedo. Como están tan temerosos del fracaso, no toman riesgos y no son capaces de superarse. A largo plazo, esta actitud es en extremo nociva para una carrera médica. Si eres o conoces a algún médico que se sienta aterrado de fallar, revisa los siguientes consejos:
1Redefinir el concepto de fracaso
Para la mayoría, esta idea se explica como hacer algo equivocado, no cumplir las expectativas o hacer algo ridículo. Sin embargo, se puede modificar cómo se entiende esta situación para reducir la ansiedad que provoca. Es decir, se necesitan establecer diferentes condiciones para lo que se considera un éxito y lo que no. Así, incluso de una “derrota” se puede sacar algo positivo.
2Fijar objetivos positivos y no negativos
Es posible reducir el miedo al fracaso cambiando la redacción de las metas. Por ejemplo, una condición negativa sería “evitar que este mes haya quejas médicas”. En esta oración, se establece la victoria al prevenir que pase un evento. Por el contrario, si se dice “reducir la insatisfacción de los pacientes en 10 por ciento”, tenemos una visión positiva. Aquí, se trata de alcanzar algo.
3Crear una lista de miedos
Para muchos profesionales, es positivo escribir los factores que podrían considerar un fracaso. Además, se puede pensar en el peor escenario posible, si llega a suceder. Asimismo, se puede poner de manifiesto cómo se puede evitar el evento adverso y, si llegara a pasar, cómo puede repararse. Con esta reflexión, es más fácil ver la realidad de la situación y no exagerarla.
4Definir la experiencia en el aprendizaje
El fracaso llega cuando no se consigue un logro. Sin embargo, si el objetivo siempre es volverse más experimentado e inteligente, jamás se puede fallar. Sin importar el resultado de la situación, alguna lección o conocimiento puede destilarse. Esta técnica es muy efectiva para eliminar la ansiedad de la situación y, por extensión, sentirse más cómodo con ella.