La atención médica pública en México está enferma. Así lo señaló el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). En estimaciones del organismo, el sistema de salud nacional presenta todavía graves retos de cobertura y calidad. Afirmó que poco más de 19 millones de personas en el país todavía no tienen pleno acceso a estos cuidados. Como muestra, compartió las diferencias entre los servicios de urgencias de la iniciativa privada y las instituciones de gobierno.
De acuerdo con el Coneval, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y los servicios estatales son los de peor desempeño. En los centros del IMSS, las urgencias tardan en ser atendidas hasta 51 minutos. Por otro lado, los hospitales a cargo de las entidades federativas tienen tiempos de espera de 56.7 minutos. En comparación, las instituciones privadas pueden atender a los pacientes en 12.7 minutos. Ya desde 2017 algunas organizaciones gubernamentales pedían limitar visitas para evitar sobresaturación.
En urgencias, no todas las instituciones públicas son iguales
Coneval reveló estas cifras en su estudio Diagnóstico del derecho a la salud 2018. En este reporte, el organismo apuntó los tiempos de espera en urgencias de otras instituciones. En el caso de los centros médicos de las Fuerzas Armadas, la atención se puede concretar en 13.8 minutos promedio. Por otro lado, en los hospitales adscritos a universidades, los pacientes son tratados en 13.2 minutos. Pero éstas no son las únicas deficiencias que anota.
Por lo general, los lugares de atención médica regular y de urgencias quedan alejados de los hogares de los pacientes. En promedio, las personas que acuden a instituciones y hospitales deben invertir más de 53 minutos en el trayecto. Por otro lado, los centros de salud quedan a casi media hora. Finalmente, los consultorios adyacentes a farmacias son los que más cerca quedan. Esto, porque requieren de 22.8 minutos de viaje.
A escala internacional existen otros retos de mayor magnitud. Entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México asigna muy pocos recursos a salud. La inversión nacional en este rubro fue del 5.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2016. Mientras tanto, para el promedio de los países miembro, fue de 9 por ciento. Además, reafirmó que más de 3.1 millones de personas en el país están en condiciones de aislamiento. Es decir, 3 de cada 10 localidades a escala nacional tienen un acceso limitado a la atención médica, tanto regular como de urgencias.