Las fracturas son un significativo problema en el mundo. Particularmente entre la población mayor de edad, debido a su dificultad para recuperarse por completo. Una lesión ósea, con el tiempo, se vuelve más compleja de tratar. En parte, porque el mismo cuerpo del paciente tiene una capacidad de regeneración menor. Pero un estudio de Duke Health parece haber resuelto este reto.
A través de la revista Nature Communications se dieron a conocer los resultados. De acuerdo con el equipo, en una iniciativa previa encontraron cómo acelerar la curación. En ese entonces, introdujeron células madre de la médula ósea en una herida de hueso. Aunque el proceso de regeneración mejoró sustancialmente, no se entendía bien a bien el fenómeno. Sin embargo, los expertos aseguran que lograron descubrir el “factor de juventud” detrás de su observación.
Nueva alternativa para una lesión ósea
Benjamin Alman, investigador líder del estudio, apuntó que el efecto de regeneración es causado por los macrófagos. Este tipo de células blancas, y las proteínas que secretan, son responsables de acelerar la curación ósea. Apunta que, en una lesión común, el cuerpo administra estas células de forma autónoma. Una vez en el área afectada, coordinan los esfuerzos de reparación del tejido.
Sin embargo, la calidad de los macrófagos cambia con el tiempo. De acuerdo con Gurpreet Baht, coautor de la investigación, sus números tienden a reducirse en edades avanzadas. Mientras que un paciente joven tiene células blancas potentes, para una persona mayor la situación es distinta. Por eso, en este último grupo, la regeneración del tejido óseo es mucho menos efectiva.
Demostramos que las células macrófagas producen factores que contribuyen a la formación ósea. Cuando se introducen en ratones de edad avanzada, se mejora la curación de las fracturas […]. Probamos que estos organismos, en su juventud, son clave en la regeneración de tejido. También, que inyectar estos factores para acelerar el ritmo de reparación puede ser una terapia efectiva.
Los investigadores afirman que este tratamiento podría ser muy benéfico para el sector salud. Señalan que, solo en Estados Unidos, alrededor de 800 mil pacientes son internados cada año por una fractura ósea. Debido a su baja tasa de regeneración, los costos pueden ascender a 30 mil dólares por cabeza. Con la nueva terapia, podría disminuir el tiempo de atención hospitalaria.